Mónica Sánchez, una de las profesoras del curso “Antiaging celular”, es dietista y kinesióloga. Practica gimnasia facial desde los veintitrés años y, con casi cuarenta y siete, luce una piel radiante. Tiene muy buenos hábitos de vida y con ella practicaremos este apartado durante el programa.
Mónica, ¿por qué empiezas a hacer gimnasia facial con veintitrés años? Porque, cuando eras tan joven, seguro que no pensabas en el antienvejecimiento.
Siempre he amado el mundo de la belleza, tanto exterior como interior.
Con veintitrés años me diagnosticaron bruxismo y me recomendaron una serie de ejercicios para relajar la mandíbula. Entonces me di cuenta de que era muy importante trabajar también la musculatura de la cara, ya que, cuando hacía los ejercicios, las mejillas y la piel se me iluminaban. Sí, es cierto que con veintitrés años la piel produce colágeno y elastina de forma natural y en abundancia sin necesidad de hacer ningún tipo de ejercicio facial ni masajes, pero también se sabe que a partir de los veinticinco esta producción comienza a bajar. ¡Y hay que cuidarse!
¿En qué momento te das cuenta de que la gimnasia facial podía ser muy buena para retrasar el envejecimiento?
A los treinta, llegaron a mi vida David y Aaron, mis gemelos; dos angelitos que murieron al nacer. El alma, el corazón y la piel se me rasgaron por dentro y por fuera. Nadie te puede explicar, hasta que no lo vives, que todo el cuerpo, mente y espíritu te quedarán inmersos en un vacío enorme; que solo tú eres dueño de tu cuerpo y de todo lo que pasa. Tú tienes el poder de elegir hacia donde quieres fluir: si quieres seguir pidiendo perdón a tu cuerpo o decides pasar a la acción, cuidándote, amándote y respetándote.
Tres años más tarde, llegó mi segundo embarazo y aquí volvieron a surgir los miedos, la falta de descanso, la lactancia, el trabajo, el hogar, la familia… Acusé un deterioro mucho mayor: la grasa malar de mi cara empezó a desaparecer y la piel comenzó a perder finura.
Así que decidí pasar a la acción y busqué más información de la que ya sabía; quería aprenderlo todo sobre el cuidado del cuerpo y de la cara. Investigué, leí muchos libros, contacté con profesionales de sector, me formé, practiqué y practiqué hasta que creé un método que me permitió recuperar la musculatura y, con ello, la piel.
La grasa de las mejillas y la cara de “bollito” de la adolescencia y juventud se pierde con la edad, pero nosotros podemos trabajar la musculatura y activar la piel para que siga bonita durante mucho tiempo.
Aprendí que el gran problema es la falta de descanso, el estrés y una alimentación inadecuada, fruto de la vida industrializada y sin conexión con la naturaleza. Todo esto nos oxida por dentro; así que encontré la manera de cuidarme y regalarme alimentos reales y deporte consciente, tanto corporal como facial. Mi cara mejoró muchísimo y vi que tenía que transmitir estos conocimientos.

Ejercicio de gimnasia facial
¿Siempre has optado por técnicas no invasivas?
Sí, siempre he optado por cuidar cara y cuerpo con técnicas respetuosas y de acuerdo con mi filosofía personal. Respeto el trabajo de los centros de estética y de la gente que considera que lo mejor es ponerse bótox o recurrir a otro tipo de técnica.
Yo siempre he sentido que mi piel solo se puede nutrir, internamente, de lo que entra por la boca, de cómo la puedo hidratar por fuera y de cómo mis emociones influyen en ella. Así que, como todavía tenía mucho que aprender, decidí estudiar el grado técnico superior en Dietética con un enfoque holístico y integrativo; por eso me formé en el IFP Roger de Llúria.
Además, todos los procesos psicológicos vividos por la pérdida de mis hijos me afectaron el sistema digestivo y, como ya he dicho, quería pasar a la acción, no quería seguir con los brazos cruzados esperando que una varita mágica viniera del cielo y me iluminara con un polvo de hadas.
Por cierto, no he visitado nunca un centro de estética para nada que no sea una limpieza facial o un corte el pelo.
No he visitado nunca un centro de estética para nada que no sea una limpieza facial o un corte el pelo.
¿El yoga facial y la gimnasia facial son lo mismo?
Hay mucha controversia al respecto. Unos dicen que viene de la parálisis facial y que la fisioterapia crea unos ejercicios que ayudan a la musculatura a recuperar la tonicidad, y otros que son ejercicios de yoga adaptados a la fisioterapia.
En el estudio realizado en la Facultad de Medicina de Feinberg de la Universidad de Northwestern contrataron a un profesor de yoga para que seleccionara una serie de ejercicios faciales que los participantes practicarían durante toda la semana con un día de descanso.
Este estudio concluyó que “veinte semanas de una serie de ejercicios faciales produce una piel más firme y mejillas más llenas”.
En definitiva, son ejercicios que trabajan la musculatura facial y eso es lo que importa y lo que aprenderemos durante el programa Antiaging Cel·lular.
En el programa aprenderemos ejercicios para drenar la piel antes de aplicarnos cremas. ¿Por qué tenemos que drenar la piel de la cara?
Aprenderemos un sistema de drenaje linfático activo. Necesitamos eliminar toxinas del rostro antes de alimentarlo, tal y como haríamos con la comida: primero limpiamos el organismo de alimentos superfluos y después nutrimos con alimentos reales. Si yo doy alimentos reales al cuerpo, pero sigo con malos hábitos alimenticios, no conseguiré nunca nutrir las células.
Por eso propongo, antes de nutrir la piel, hacer ejercicios para abrir ganglios linfáticos, que nacen en el cutis, y posteriormente, con un masaje linfático activo, eliminar toxinas, acelerar la circulación linfática y sus efectos de eliminación para nutrir y devolver luminosidad en la piel.

Ejercicio de gimnasia facial
Gracias a ello, por ejemplo, ¿habría gente que tendría menos ojeras o bolsas?
Si tienes hábitos de vida conscientes, todo en general mejora. No podemos pedir a un masaje facial o a un drenaje linfático que haga nuestro trabajo, mientras nosotros seguimos tomando alcohol cada día, fumando, yendo a dormir tarde, consumiendo bollería, con un estrés constante, comiendo calorías vacías…
Las bolsas de los ojos tienen que ver con el descanso, el balance hídrico del cuerpo, los riñones y la fatiga adrenal consecuente.
Dicho esto, es evidente que, si drenamos la zona de las ojeras, tendremos mejor aspecto, pero no hay atajos: la sinergia entre alimentación, emociones y deporte es esencial en antienvejecimiento.
Según tu punto de vista, la alimentación lo es casi todo para tener una buena piel, ¿verdad?
Sí, como ya he dicho, lo que comes y cómo lo comes lo vives por dentro y lo reflejas por fuera. ¿Verdad que a un bebé no le darías nunca una tableta de chocolate y una pasta triturada con un poco de leche con café en el biberón? ¿Por qué cuando somos adultos nos hacemos esto? ¿Por qué nos llenamos el cuerpo de toxinas que luego él tiene que eliminar y lo sometemos a grandes momentos de estrés? Todo esto altera las hormonas y crea desequilibrios corporales, anímicos y de piel.
El antiaging no es solo la crema o aceite que me pongo en la cara, es una filosofía de vida. Es estar en conexión contigo y con la naturaleza. Tienes que pasar más tiempo en contacto con los bosques, las playas, los ríos… Busca tu lugar favorito y respira. Es tan importante alimentarse como respirar y muchas veces no lo hacemos. El oxígeno lleva el alimento a las células.
El antiaging no es solo la crema o aceite que me pongo en la cara, es una filosofía de vida
En el programa nos contarás cómo te alimentas para estar así de espléndida. Por ejemplo, en el apartado de “Bebidas antiaging” nos explicarás cuál es tu bebida preferida.
Sí, hablaremos del colágeno y de cómo me lo tomo cada mañana con esta bebida. Cuando me levanto, caliento agua y hidrato mis células, ya que han estado toda la noche en ayuno hídrico. Muchas veces nos levantamos con la boca seca o pastosa; yo lo primero que hago es, con un rascador, limpiarme la lengua de todas las toxinas que el cuerpo ha acumulado durante la noche e hidratar el organismo.
Se puede ayudar al organismo limpiando la lengua cada día, ya sea con un rascador o con el cepillo. ¡La clave es no tragar las toxina!

Ejercicio de gimnasia facial
No planteas tratamientos distintos en función de tipo de piel. ¿Por qué?
Muchas personas me preguntan qué tipo de piel tienen y yo les respondo que depende del momento emocional y hormonal en el que se encuentran, del periodo estacional y de cómo se alimentan. No es lo mismo la piel en verano, que en invierno; no es lo mismo la piel de una persona tranquila que la de una persona que está siempre estresada; no es lo mismo la piel de una persona con ciclos menstruales regulares, sin dolor, que los de otra que tiene dolor, ciclos irregulares, abundantes y largos; no es lo mismo la piel cuando tienes veinte años que cuando tienes sesenta.
Hay muchos factores que determinan el tipo de piel y el primero de todos es cómo cuidas tu templo. Tu templo es tu casa, tu cuerpo, tu espacio, tu sitio, tus emociones, tus relaciones, tu comida, tu ejercicio físico… Hace mucho tiempo que dejé de preguntarme qué tipo de piel tengo para empezar a preguntarme: ¿qué quiere mi piel?
La industria ha creado diferentes tipos de cremas, pero no deja de ser una parte más comercial. Una piel grasa, como ellos la catalogan, se puede poner un aceite; pero debes saber cuál. Escúchate, atrévete y prueba.
Te tendremos treinta días en el foro apoyando y resolviendo todo tipo de dudas. La gente debe entender que cada día tiene que hacer la rutina de ejercicios, ya que en cas contrario no sirve, ¿verdad?
Sí, estaré el foro apoyando a quien lo necesite y concienciando a la gente de que esto no es Lourdes, que todo requiere un esfuerzo: para ver resultados deben hacer los ejercicios cada día y respetar los descansos correspondientes. Los músculos de la cara están compuestos del mismo tejido muscular que los del cuerpo, con algunas características diferentes, como por ejemplo que son más cortos y que, por ello, deben trabajarse de una manera concreta.
También nos darás trucos para aplicarnos los aceites y las cremas y que surtan efecto, ¿verdad? De hecho, será una muestra de un curso mayor que preparas en tu web para aprender todo tu método, que se llama Natural Fitness Facial (NAFF).
Sí, practicaremos una técnica de masaje facial muy efectiva para aplicar la crema o el aceite para que surta el efecto deseado. Ahora mismo estoy terminando el curso y, muy pronto, la gente podrá practicar el método NAFF al completo y lo podrá hacer cómo yo lo hago cada día.
El antiaging como forma de vivir
Gimnasia facial, alimentación consciente, deporte… son muchos los mecanismos que tenemos a nuestro alcance para prevenir el envejecimiento de nuestro organismo y mantenernos jóvenes durante más tiempo.
Marc Vergés, juntamente con Mónica y otros nutricionistas, nos lo cuentan en el programa “Antiaging celular”: ¿qué tenemos que hacer para garantizar la desoxidación de nuestro cuerpo y vivir, así, más y mejor?
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