La fertilidad masculina
En los últimos años, ha habido una disminución en la concentración y motilidad de los espermatozoides y el porcentaje de espermatozoides morfológicamente normales. Es decir, en general, ha bajado mucho la calidad del esperma.
El papel de los hábitos de vida es innegable. La buena noticia es que
“En 3 meses puede haber un cambio significativo en los parámetros seminales”.
Cabe decir que cuando hablamos de calidad del esperma no hablamos únicamente del número de espermas, sino también de su morfología, movilidad, vitalidad… Todos estos aspectos nos indican como está.
Por otro lado, también tenemos la calidad del líquido seminal. En él existen muchísimas sustancias que ayudarán a que el esperma pueda cumplir su objetivo: penetrar en el aparato reproductor femenino y que el sistema inmune no le ataque.
Lo que sucede es que el esperma es una célula haploide (solo tiene una cadena de cromosomas), mientras que el resto de células son diploides. El procedimiento de la espermatogénesis se basa en convertir una célula diploide (dos cadenas de cromosomas) en haploide. El caso es que cuando hay únicamente una cadena de cromosomas, el sistema inmune lo interpreta como un agente extraño y lo quiere atacar. Para que esto no suceda debe haber una serie de citoquinas inflamatorias y otras sustancias que ayuden a que el sistema inmune de la mujer no ataque al esperma para que así pueda llegar al ovocito. Por eso es imprescindible que el hombre tenga una buena calidad tanto del esperma como del líquido seminal y unos hábitos de vida saludables que ayuden a aumentar la probabilidad de que su pareja se quede embarazada.
Existen muchas causas relacionadas con la fertilidad, pero una de las más comunes es el varicocele.
El varicocele
La causa corregible más común de subfertilidad es el varicocele. Aunque es importante señalar que no todo aquel hombre que tenga varicocele tendrá algún problema de fertilidad.
El varicocele es una inflamación de la vena testicular. Esta inflamación se ha visto que puede afectar a la producción de esperma por distintos mecanismos de acción:
- Aumento de la temperatura testicular: los testículos están 2 grados por debajo de la temperatura corporal. En verano cuelga más porque se distancia más de la temperatura corporal, mientras que en invierno se acercan más para mantener esos dos grados.
- Déficit de aporte de oxígeno: a causa de la contrapresión venosa excede la presión de la entrada arterial y eso limita el flujo y la oxigenación.
- Estrés oxidativo: implica el aumento de los radicales libres en comparación con la presencia de antioxidantes y debería existir equilibrio entre ambos para que todo funcione bien. El estrés oxidativo se encuentra en un 40-80% de los problemas de fertilidad.
El tratamiento generalmente es una intervención quirúrgica y luego se pueden dar antioxidantes y valorar los niveles de selenio, vitamina E… que ayudarán a mejorar la calidad espermática.
¿Qué papel tiene el ejercicio físico en la fertilidad?
El ejercicio físico tiene mucha relación con la calidad espermática. Por un lado, ayuda a bajar los niveles de grasa. Esto es importante porque la aromatasa, una enzima, convierte la testosterona en estrógenos, y a mayor cantidad de grasa (la aromatasa se ubica especialmente en las células grasas) en el cuerpo, mayor probabilidad de que esta testosterona se convierta en estrógenos. Y aunque son necesarios, lo son en una cantidad específica y su exceso puede ser perjudicial.
Por otro lado, el ejercicio físico ayuda a ganar masa muscular y los músculos son órganos que producen citoquinas, mensajeros que ayudarán al sistema inmune a funcionar de forma correcta.
También nos ayuda a mantener unos niveles óptimos de dopamina, muy importantes para el deseo sexual.
Aunque se debe tener en cuenta que el ejercicio físico es muy bueno siempre y cuando se haga con moderación y se hagan los descansos adecuados.
El exceso de ejercicio físico también puede influir negativamente en la formación del esperma.”
Sería ideal entrenar unos 4 días a la semana y combinar ejercicio aeróbico y anaeróbico. Hacer HIIT nos ayuda a elevar la testosterona. Así que sería ideal incluirlo también en nuestras rutinas de entreno.
Terapia de luz infrarroja
Esta es una terapia que se utilizaba años atrás en la que se vio que el uso de luz infrarroja mejoraba la calidad espermática, ya que puede ayudar a optimizar los niveles de ATP por parte de las mitocondrias. La terapia consiste en aplicar la luz roja a unos 15-20 cm del testículo durante unos minutos determinados unos 3 días a la semana.
Si queréis una consulta con Joaquim Lamora, no dudéis en contactar con él por Instagram en @joaquimlamora