Condimentos y salsas, Plato principal | Cristina Arroyo
No sé que tienen las ensaladas templadas, pero me encantan. Incluso en verano, a muchas personas les cuesta digerir los crudos, así que combinándolos con un salteado ligero, conseguiremos un plato lleno de nutrientes, pero sobre todo ¡muy digestivo!
Para la salsa de guisantes
La salsa, además de fácil, me ha sorprendido por su sabor intenso. Guisantes crudos, zumo y ralladura de limón, aceite de oliva y un poco de agua. Consumir los guisantes crudos o casi crudos nos permite disfrutar de su sabor dulce y de su textura crujiente.
En primavera, la huerta se viste de verde en diferentes tonalidades y formas, y uno de sus regalos más mágicos son los guisantes, que, cuando son frescos y tiernos, resultan dulces como la fruta y, cuando maduran y se secan, adquieren un carácter más proteico y reconstituyente.
La proteína de guisante está considerada como una de las mejores gracias a su gran contenido en aminoácidos esenciales, de los cuales una proporción importante son ramificados, como la L-arginina, con propiedades para reparar tejidos y antienvejecimiento.