Postres, desayunos y meriendas | Adriana Ortemberg
Y para desayunar… ¡sopa! ¿He dicho sopa? Claro, ¿por qué no? ¡No os asustéis! ¿Quién no se ha levantado tarde un día de vacaciones y se ha bebido un buen bol de gazpacho tan a gusto? Yo propongo otra versión de sopa fría, con un toque dulzón, que mezcla ingredientes insólitos, pero que tiene un resultado curioso, rico y nutritivo.