CARACTERÍSTIQUES DEL RESTAURANT
Plato estrella
Trilogia de proteïna vegetal
Apto para
Celíacos, Vegetarianos, Veganos.
Precio medio carta
20-25 euros. Menú mediodía: 9’50 euros
Contacto
c/Jovellanos, 2 (entre Pelayo y Tallers). Telf: 93-317-18-29.
Horario: de lunes a viernes de 09 a 00h.
www.teresacarles.com
Teresa Carles es el restaurante que muchos estábamos esperando. Lo primero que llama la atención es el interiorismo del local. La ha hecho Cesc Pons. El diseño del restaurante es aquí, más que en ninguna otra parte, importante. Barcelona
tenía una asignatura pendiente y el Teresa Carles podría estar poniendo la semilla de un cambio que en Europa y Estados Unidos hace tiempo que se está produciendo.
Hasta ahora, los restaurantes vegetarianos catalanes tenían un aspecto vinculado todavía a aquel vegetarianismo de los años setenta con el que hoy muchos ya no se sienten identificados. El movimiento hippy, la lucha por el medio ambiente, el respeto por los animales y la moda de ser vegetariano vivieron años de plenitud. Hoy las etiquetas molestan y un vegetariano ya no tiene por qué ser un ferviente defensor de todas y cada una de las causas del planeta. Hoy hay quien come pescado pero no come carne o viceversa. Hay quien no come ni carne ni pescado ni huevo, o no come ni carne ni pescado ni huevo ni miel. O come de todo y nunca va a vegetarianos. O va a vegetarianos porque los tiene cerca del trabajo y combina comida sana con una barbacoa el fin de semana. Y el Teresa Carles lo ha sabido ver.
Teresa abrió el Restaurante vegetariano Paradís en Lleida en 1979. En estos 30 años ha abierto otros en Zaragoza, Tarragona, Girona y Mataró. La asignatura pendiente de la familia era, sin embargo, tener uno en la ciudad condal. El hijo de Teresa, Jordi Barri, vegetariano de nacimiento, fue quien tuvo el empuje necesario para abrir el primer restaurante que lleva el nombre de la cocinera. “Estudié en Barcelona la carrera y cada vez que comía en un vegetariano pensaba que los platos de mi madre podían hacer las delicias de los paladares de la gente de Barcelona”. Estas delicias van desde la pasta fresca hecha especialmente por un obrador de Bellcaire de Urgell y cocinada de forma excelente, pasando por una Trilogía de seitán, tofu y tempeh cocinado con el sofrito (catxipanda) de la abuela de Jordi, albóndigas de arroz con queso, milhojas de berenjena, crêpe crujiente de alcachofas con salsa brie, etc. “La berenjena es para mí el alimento estrella y la cocino todo el año. También gusta mucho la lasaña con bechamel de soja hecha con harina de almendras”, dice Teresa, que solo añade apuntes culinarios y deja que Jordi se ocupe de las relaciones públicas. También hay ensaladas y legumbres para todos los gustos y una larga lista de vinagretas de acompañamiento: miel, soja, menta, fresas, Módena. Los productos no son todos ecológicos pero intentan que sean siempre de proximidad. “Si queremos ofrecer comidas por 20 o 25 euros no podemos comprarlo todo ecológico. Deberíamos encarecer la carta un 50%.
Jordi apuesta ahora por los desayunos y los brunch como en Manhattan: mesas grandes y sofás para que los profesionales liberales de ordenador portátil puedan pasar la mañana, acompañados de cocina sana y, al mismo tiempo, un ambiente agradable para trabajar. Además, están creando la marca propia Teresa Carles y elaboran aceite, mermeladas, sofritos y aceitunas que solo distribuirán en sus restaurantes. El apunte de modernidad más absoluta es el “Bloody Tere”, un Bloody Mary sin alcohol con el nombre de la cocinera y hecho con zumo de tomate, limón, apio, sal y pimienta. De hecho, encontrarás todo tipo de zumos diuréticos (de remolacha y zanahoria), infusiones, hierbas digestivas y alcohol. “Tenemos diversas variedades de vino y de cerveza. “¿Qué quiere decir que en un restaurante vegetariano no hay alcohol? Ni tanto ni tan calvo. No somos radicales y no creemos en las prohibiciones absolutas. Nos gusta comer más sano pero obsesionarse no es bueno “, dicen Teresa y Jordi, que aún no han podido descansar ni un segundo desde la apertura del restaurante. ¡Qué gran lugar para descubrir! ¡Imprescindible!