La presión arterial es la fuerza que aplica la sangre a las paredes arteriales. Hay dos tipos de presiones, la sistólica y la diastólica. La sistólica es la más alta y se produce cuando el corazón bombea la sangre hacia el cuerpo. La diastólica es más baja y corresponde al tiempo en el cual el corazón está en reposo entre un latido y otro.
Una tensión arterial que está por encima de 140/90 mmHg se considera hipertensión. Es multicausal, su equilibrio depende de la salud de riñones, hígado y corazón, sistema hormonal y sistema nervioso. Los síntomas recurrentes son dolor de cabeza, nausea y vómitos, confusión, cambios de la visión y sangrado nasal.