Es bien sabido que hay personas calurosas y otras que siempre tienen frío; es más, que tienen aversión al frío. Cualquier corriente de aire es un suplicio. Siempre tienen deseo de calor y, normalmente, en verano se encuentran mucho mejor. Desde la medicina tradicional china (MTC) es más fácil de explicar: hay un desequilibrio entre el yin (frío) y el yang (calor). Para ser más exactos, hay una debilidad de yang, y por eso falta calor en el organismo y se comprometen ciertas funciones.

Uno de los síntomas más comunes son los pies y las manos frías; incluso, puede pasar en verano. La solución no pasa por abrigarnos más o por tomar bebidas calientes, ya que, al poco rato, pasa el efecto. Debemos combatir este frío profundo desde dentro, y la alimentación nos puede ayudar muchísimo.

Causas

En MTC, el yang (calor) del riñón es el origen de la energía yang de todo el cuerpo. Tiene la función de calentar el organismo, de transformar (metabolizar) los alimentos y los líquidos y de facilitar las funciones de crecimiento y desarrollo del individuo. Cuando hay una debilidad de yang de riñón se pierden las funciones de calentamiento y transformación energética y hay un hipofuncionamiento del organismo con síntomas de frío y debilidad. La debilidad de yang también se puede dar en el corazón con síntomas de mala circulación o el bazo con problemas digestivos.

Otros síntomas relacionados:

Además del frío en las extremidades, puede haber otros síntomas que, a priori, no los relacionaríamos, pero que tienen que ver con este hipocalentamiento y, por tanto, con este hipofuncionamiento del organismo:

  • Sensación de frío generalizado (especialmente en invierno)
  • Molestias y frío en las lumbares y las rodillas
  • Distensión abdominal, a veces con dolor tipo cólico
  • Orina clara y abundante
  • Poca capacidad digestiva
  • Heces deshechas; puede haber trozos de comida sin digerir
  • Acumulación de líquido (edemas) en los ojos, abdomen, piernas o tobillos
  • Astenia o cansancio
  • Cara pálida
  • Lengua hinchada con capa blanca

 

Alimentación

En estos casos, lo primero que debemos evitar son los alimentos crudos y fríos, que agravarán el cuadro. También evitaremos todas las verduras y frutas que no son de temporada, especialmente las tropicales, que nos enfriarán demasiado.

Para hacer frente a este frío profundo, debemos calentar el organismo desde dentro, y la mejor forma es comer todo cocinado y, sobre todo, potenciar la comida de cuchara: caldos, sopas, cremas, cereales y legumbres caldosas, etc. De hecho, no será muy problemático, porque seguro que hay un deseo de tomar platos y bebidas calientes, que también facilitarán la digestión.

Comer todo cocinado y caliente es la base, pero podemos ir un paso más allá y fijarnos en la naturaleza de los alimentos y los sabores, porque, por ejemplo, tomar una infusión de menta caliente nos reconfortará en el momento, pero como la menta es refrescante, al cabo de un rato, ya habremos perdido el calor.

La naturaleza de los alimentos nos habla del efecto térmico y fisiológico que provocan cuando los consumimos, y se clasifican en fríos, frescos, neutros, templados o calientes. Elegiremos los que son calientes o templados para ayudar a mantener una temperatura caliente constante, ya que hacen circular la energía hacia arriba y hacia fuera y activan el metabolismo.

Los alimentos de sabor picante favorecen la circulación de las extremidades, pero debemos tener cuidado con los picantes fuertes. Muchos frioleros son fans del picante porque calienta al momento, incluso hasta el punto de hacernos quitar ropa o sudar, pero internamente el exceso de calor seca los líquidos orgánicos y, a la larga, pueden perjudicar tanto digestivamente como en el equilibrio yin-yang.

En verano, la mayor parte de la alimentación también será cocinada y limitaremos los crudos a un 20%. En las comidas siempre habrá una parte caliente o cocinada para seguir manteniendo el equilibrio yin-yang durante todo el año.

¿Qué alimentos deberemos potenciar?

  • Hortalizas y verdura: sobre todo nos interesan las raíces o de forma redonda y que están más en contacto con la tierra. Es el caso de la zanahoria, nabo, chirivía, daikon, ajo, calabaza o remolacha. Las podemos cocinar en crema, kimpira, al vapor o al horno. También podemos comer verdura de hoja verde como las espinacas o las acelgas, pero cocidas. Las ensaladas las reservaremos para el verano y mejor al mediodía.
  • Fruta cocinada: especialmente en forma de compota, al horno o un toque de sartén con aceite de coco virgen y canela.
  • (Pseudo)cereales calientes: el trigo sarraceno es el pseudocereal ideal para el invierno y el gran aliado para personas con síntomas de frío porque calienta mucho el organismo. También podemos incluir otros cereales que son digestivos y de naturaleza templada-neutra como el mijo o el arroz.
  • Legumbres caldosas: la legumbre más interesante para el invierno es la judía azuki, que tiene tropismo por los riñones y ayudará a su buen funcionamiento.
  • Especias calientes y picantes suaves: jengibre, canela, clavo, cardamomo o hinojo. Evitaremos las picantes más fuertes como la cayena, las guindillas o la pimienta negra, ya que el exceso de calor agota la energía y seca los líquidos orgánicos. Además, están contraindicadas en caso de hemorroides o úlceras de estómago; en estos casos es mejor usar especias templadas, como anís estrellado, piel de mandarina seca, tomillo, orégano o comino.
  • Bebidas que calientan: infusiones con especias tipo la Classic de Yogi Tea; infusión de jengibre, caldo de verduras de raíz con jengibre, kombu y miso.

Bebida especial caliente

6 g de jengibre, 1-3 g de regaliz + 3-9 g de canela + 1/2 litro de agua. Hervir 15 minutos e ir bebiendo durante el día. Se puede añadir anís estrellado para un mejor sabor y digestión.

Moxibustión

En la medicina tradicional china se utilizan unos puros de artemisa que se ponen sobre puntos concretos y son muy útiles para calentarnos. También se pueden colocar en una cajita especial de madera y situar encima del abdomen, si el frío genera problemas digestivos, o de las lumbares, si son síntomas más relacionados con los riñones.

Lluca Rullan
Lluca Rullan

Periodista y dietista integrativa

  @llucarullan   @llucarullan_dietista