Una ensalada refrescante y muy sencilla de preparar, ya que menos el bulgur, todo va crudo. Cebolla roja y tomate casi triturados. Mucho perejil y menta fresca, aceite de oliva y abundante zumo de limón. Y así habla de este plato una canción de la cantante libanesa N. Salam, con la que cantaba a su amado: “Déjate caer por aquí. Te preparo tabule. Y una taza de café. Así tocaremos el cielo”.
Ensalada erótica
En el mundo árabe, el verbo tabal (‘sazonar’ y ‘aliñar’) y el diminutivo tabboule ha dado lugar a juegos de palabras con un cierto sentido erótico. Este juego se hizo popular a través de una serie de canciones un tanto “frívolas” que ensalzaban la sensación de placer que produce comer esta ensalada.
Así lo relata el autor Salah Jamal en su precioso libro Aroma árabe, recetas y relatos, donde nos explica que, a diferencia de otros entrantes occidentales, el tabule no se retira de la mesa, sino que se sirve en pequeños platos para que permanezca a lo largo de toda la comida con el objetivo de que todos los comensales vayan picando.
Especias mágicas
Así, su poder mágico estimulará el apetito hacia el resto de platos y quizás hacia deseos ocultos. En general, los platos que llevan hierbas y especias se han considerado desde hace milenios estimulantes de la libido, ya que muchas de ellas contienen compuestos como la capsaicina de la pimienta, que aumenta la frecuencia cardíaca y activa el metabolismo y la sudoración. O la canela, que, según su efecto vibracional, nos aporta la capacidad de recuperar la alegría, y nos proporciona fortaleza para afrontar el presente y dejar atrás los malos recuerdos. Y algo sorprendente es que también se utiliza para activar la ley de la atracción; ya que elimina los bloqueos emocionales que no nos permiten dar los pasos necesarios para conseguir lo que verdaderamente amamos.
Este plato se hace tradicionalmente con bulgur, pero queda igual de rico con cuscús o quinua. Aunque cuando veáis como los granitos se inflan tras la cocción y adquieren una textura crujiente con un sabor suave que recuerda a la nuez, seguro que os querréis estrenar a lo grande haciendo la receta auténtica al modo oriental.
Si queréis más información sobre las propiedades y usos de este cereal milenario, podéis mirar la receta del Kisir turco de bulgur. Por cierto, parece ser que existe entre los libaneses un acuerdo tácito según el cual los que no elaboran o no comen tabule son irremediablemente sosos. Así que ya lo sabéis, si queréis un poco de alegría y pasión en vuestras vidas…
Receta: Tabule de bulgur
Ingredientes (para 4 personas como acompañamiento):
- 1 taza (250 g) de bulgur
- 2 cebollas rojas
- ½ kg de tomates bien rojos (6 tomates pequeños)
- 1 manojo de perejil fresco (unos 200 g)
- 1 manojo de menta fresca (unos 100 g)
- 1 c.p. de comino, pimienta y canela (a partes iguales)
- Zumo de 2 limones
- Sal marina
- 1 taza de AOVE
Preparación
- Cocer el bulgur según las instrucciones del envase. Escurrir bien y añadir el zumo de limón. Reservar en la nevera.
- Lavar, secar bien y picar las hojas de menta y perejil.
- Cortar las cebollas y los tomates en dados bien pequeños. Casi triturados.
- Mezclar el bulgur con los tomates, la cebolla, las hierbas y la mezcla de especies y aliñar con el aceite y la sal.
- Servir en platillos de formas y colores diferentes distribuidos a lo largo de la mesa.
Que lo disfrutéis,
¡Mucha salud!