Estrenaros a lo grande haciéndolo al modo oriental con esta receta; cuando los granitos de bulgur se hidratan tras la cocción, adquieren una textura maravillosa que, combinada con verduras y especias, lo hace aún más apetecible. Tomad nota: una rica mezcla de pesto rojo, tomates, comino, menta, granada protectora y un acompañamiento de lujo con una salsa de nueces de macadamia tan cremosa ¡que será vuestra perdición!

El bulgur se elabora cociendo el cereal para luego dejarlo secar y poder, así, triturar sus granos. Originariamente se hacía con trigo, pero ahora lo podéis encontrar de espelta o incluso sin gluten. El resultado es una especie de sémola de textura más gruesa que un cuscús, muy fácil de digerir –ya que está precocido– y muy versátil en la cocina para incorporarlo a sopas, ensaladas, croquetas, hamburguesas o Buddha Bowls. Se trata de un cereal integral con un sabor suave que recuerda a la nuez y con un gran poder saciante. Además, ofrece una buena cantidad de proteínas, es bajo en grasas y rico en hidratos de carbono de absorción lenta, así que es perfecto, por ejemplo, para deportistas. Su fibra ayuda a regular el funcionamiento del intestino, ya que facilita el tránsito y controla los niveles de glucemia y colesterol en la sangre.

Reconozco que las nueces de macadamia no son precisamente un producto de proximidad, pero tienen un sabor tan delicioso y una textura tan cremosa que, de vez en cuando, ¡vale la pena darse el capricho! Pero lo mejor de este fruto seco es que está compuesto por un 80% de grasas cardiosaludables, ácidos grasos omega-6 y 3 y, además, contiene gran cantidad de fitoesteroles reguladores del colesterol, así como vitaminas B3, B9, C y E y minerales como el potasio, fósforo, magnesio, hierro y calcio. La crema obtenida de triturar la nuez de macadamia en crudo resulta muy saludable tanto para uso interno como externo, por ejemplo, como mascarilla para revitalizar el cabello estropeado y seco o para aportar elasticidad a la piel. Si se compra hecha, hay que asegurarse de que sea de primera presión en frio y certificada ecológica. Para esta salsa, un consejo: si no tenéis una batidora muy potente, dejad unas horas antes las nueces en remojo y empezad a batir muy poco a poco hasta que empiecen a coger textura.

Por último, quiero hablaros de la granada, que llega con el otoño para quedarse a protegernos todo el invierno. Antiguamente, muchas religiones y culturas del mundo la consideraban el fruto de la fertilidad. Destaca por sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas y proporciona grandes cantidades de ácido cítrico y málico, necesarios para fortalecer el corazón. Ayuda, también, a combatir la retención de líquidos, la hipertensión, la anemia ferropénica o incluso los parásitos intestinales. O sea, ¡un tesoro para la salud!

No dejéis de consumir la maravillosa granada por pereza a desgranarla: partidla por la mitad y colocadla sobre un bol con los granos hacia abajo. Golpead toda la superficie de la piel con la maza de un mortero y veréis que los granos se desprenden muy fácilmente. Una vez desgranada, ya la tenéis lista para aportar a esta receta la protección que nos hará disfrutar del invierno con alegría.

Si os cuesta encontrar estos productos, no os preocupéis: yo los he comprado todos en Smartfooding, un supermercado online especializado en alimentación ecológica y natural que, además, cuenta con un club que ofrece descuentos durante todo el año, consejos nutricionales y oferta de productos. ¡Probadlo!

La receta

Ingredientes para el bulgur (3-4 personas):

Ingredientes para la salsa “Perdición de macadamia”:

  • 200 g de nueces de macadamia crudas
  • 2 tazas de agua mineral
  • 1 c.s. de tahina
  • 1 diente de ajo
  • 1 chorrito de zumo de limón
  • 1 c.s. de aceite de oliva
  • Mezcla de semillas tostadas (calabaza, girasol y sésamo) para decorar

Preparación:

  1. Pintar una olla con un poco de aceite de oliva y saltear la cebolla bien picada con una pizca de sal marina hasta que esté pochada. Añadir el pesto rojo, los tomates escurridos y troceados a cubitos, el diente de ajo picado y el caldo de verduras y mantener a fuego lento hasta que la salsa reduzca durante unos 10 minutos aproximadamente.
  2. Rectificar de sal, añadir el comino, el bulgur y el resto del agua y dejar que cueza todo junto unos 15 minutos más o hasta que se quede casi sin agua y aparezcan agujeritos en la superficie. Se puede modificar la cantidad de agua si se desea un poco más caldoso.
  3. Para la salsa, batir las nueces de macadamia con el resto de ingredientes hasta obtener una crema y añadir la mezcla de semillas tostadas por encima.
  4. Servir el bulgur en boles individuales y “salpicar” con la granada y la menta fresca. Acompañar con la salsa de macadamia al gusto.

Que lo disfrutéis,

¡Mucha salud!

Cristina Arroyo
Cristina Arroyo

Creadora de Poderosamenta
Dietista y naturópata
Alimentación ConCiencia & Salut

    @poderosamenta
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