Aperitivos | Montse Vallory, Jordina Casademunt
Un aperitivo saludable, perfecto para una fiesta. Aguanta muy bien en la nevera, los podéis preparar mucho antes.
La base de polenta de la foto está hecha con el molde de silicona “Gourmet mini semiesfera” de Lékué. La silicona de platino es un material estable y seguro.
Las bases, sin embargo, también se pueden hacer sin molde: solo hay que extender una capa fina de masa de 1 o 2 cm sobre una bandeja plana humedecida previamente y dejar enfriar. Hacer dados con un cuchillo húmedo o con un cortapastas de la forma deseada. Conservar la polenta cocida en la nevera y calentar en la sartén con unas cuantas gotas de aceite o bien al horno caliente, pincelada con aceite.
Se puede perfumar la polenta con el aceite de las anchoas.
Hay que procurar eliminar toda la piel carbonizada del pimiento asado. Si fuese preciso, se puede lavar bajo el grifo. Para simplificar, se pueden usar pimientos en conserva natural.
La polenta es el cereal más dulce y de efecto más refrescante, y combina muy bien con platos fuertes de proteína, especialmente de pescado. En esta brocheta, el sabor suave de la polenta permite saborear la anchoa.
Esta receta es ideal para fiestas, ya que la base de polenta se conserva bien en la nevera 3 o 4 días, y, por otro lado, en celebraciones donde se sirve alcohol, la brocheta de anchoa ayuda a mantener el equilibrio energético del cuerpo, ya que es una proteína salada y fuerte que compensa el efecto expansivo y debilitante del alcohol.
El pimiento es una solanácea que, si no se consume con ingredientes ricos en minerales, puede desmineralizarnos. En esta receta queda compensado con la anchoa salada.
La conserva de anchoas en salmuera es una buena fuente de ácidos grasos esenciales omega-3, que debemos conseguir a través de lo que comemos, ya que el organismo no puede sintetizarlos.
La polenta es una joya culinaria. Es sémola de maíz, por lo tanto, los celíacos pueden consumir, ya que no contiene gluten. Es un cereal muy digestivo, rico en magnesio, calcio y potasio, vitamina A, carotenoides y ácido fólico. También presenta una buena fuente de ácidos grasos esenciales y fibra. Se debe elegir polenta ecológica para evitar el maíz transgénico.