Termina el curso y, antes de empezar las vacaciones, algunos ya empezamos a notar los efectos del estrés. Nos bajan las defensas, encadenamos resfriados, tenemos problemas de pelo y de piel y, sobre todo, de descomposición; en algunos casos, sabemos que todo se resume en una palabra: estrés.

Quizás ya hace tiempo que no tomamos gluten y que hemos reducido alimentos inflamatorios, pero, sin embargo, notamos que algo no acaba de funcionar. El verano es una oportunidad para frenar la sobreactividad a la que nos sometemos cada día, pero muchas veces necesitamos una ayuda para reducir la sensación de fatiga y para mejorar el estado de ánimo –a menudo muy tocado por esta sensación de ir desbordados–; por lo tanto, parece que nos cueste encontrar motivos para disfrutar de una energía saludable, aunque haya elementos externos que nos inviten a ello.

Las vacaciones no lo resuelven todo, sobre todo si tenemos que seguir cuidando de pequeños o mayores a nuestro cargo y si, el mes que tenemos por delante, no tiene mucho que ver con un viaje a Bali sin mochilas ni responsabilidades. 

¿Qué son las plantas adaptógenas y cómo nos pueden ayudar en situaciones de estrés?

¿Os suenan las plantas adaptógenas? Hemos hablado alguna vez de ellas y cada vez son más conocidas, justamente por este ruido y estrés de la vida moderna. Las plantas adaptógenas protegen contra los efectos nocivos del estrés, ayudan a reducir la fatiga física y mental y a mejorar el estado de ánimo.

Las plantas adaptógenas protegen contra los efectos nocivos del estrés, ayudan a reducir la fatiga física y mental y a mejorar el estado de ánimo.

En 1958, el doctor Lazarev ya definió los adaptógenos como compuestos que aumentan el estado de resistencia no específica en el estrés y, después de unas cuantas definiciones similares, la Agencia Europea del Medicamento y estudios posteriores ya explicaron que los adaptógenos son preparados a base de plantas que se utilizan para aumentar la atención, resistir a la fatiga gracias a la regulación del eje hipotálamo-pituitario-adrenal, y prevenir y/o reducir las deficiencias y trastornos inducidos por el estrés.

Las plantas adaptógenas, aliadas en casos de estrés, fatiga e insomnio

Muchas de las plantas que hoy conocemos como adaptógenas las han utilizado la medicina tradicional china y el ayurveda desde hace miles de años. De todos modos, los adaptógenos como tal tienen origen en la URSS en los años sesenta: en la medicina de la Unión Soviética se incluían los adaptógenos para varios usos, como ayudar a recuperarse después de intoxicaciones, cirugías, ataques cardiacos o isquemias, por ejemplo, o reducir reacciones adversas a la quimioterapia, entre otros.

En 1968 había definidas siete plantas adaptógenas: la aralia, el equinopanax, el eleuterococo, el ginseng, el maral, la rodiola y la schizandra, en diferentes formas farmacéuticas; actualmente son setenta y cuatro. El crecimiento de publicaciones desde el año 2000 ha sido desbordante y se ha multiplicado exponencialmente.

A menudo notamos el estrés por una sensación de fatiga constante y profunda. En otros casos, altera el sueño y, por tanto, las plantas adaptógenas que pueden funcionar son otras.

¿Cómo nos puede ayudar cada planta adaptógena?

  1. La schizandra ayuda a recuperar el bienestar físico y mental.
  2. La rodiola tiene un efecto beneficioso en la fatiga y mejora el estado de ánimo.
  3. El eleuterococo contribuye a mantener niveles altos de energía física y mental.
  4. La ashwagandha ayuda a mantener la estabilidad emocional; es muy útil en casos de estrés temporal y relaja.
  5. El Maral contribuye a la capacidad de trabajo mental y a la adaptación al estrés. Es una planta muy conocida en el mundo deportivo, aumentando la capacidad de trabajo de los músculos esqueléticos agotados, así como procesos anabólicos y adaptogénicos.

La empresa Cien Por Cien Natural tiene cuatro productos de la línea Resiliens basados ​​en plantas adaptógenas: el Resiliens Equilibrio, con ashwagandha y manzanilla, ayuda al organismo a manejar mejor el estrés, a mantener la estabilidad emocional y el bienestar físico y mental, permitiendo un estado de “tranquilidad” que ayuda a dormir mejor por las noches; el Resiliens Vitalidad, con extractos secos de schizandra, rodiola y eleuterococo, reduce la fatiga y mejora la energía; Resiliens Deporte, que contiene las mismas 3 plantas que Resiliens Vitalidad incluyendo el Maral, para mantener altos niveles rendimiento físico y mental a nivel deportivo; y por último, Resiliens Rodiola, pensado específicamente para mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y mantener la claridad mental. En los cuatro productos se ha perfeccionado una mezcla de distintos adaptógenos ya que el efecto de estas plantas son más potentes si actúan juntas que si se hace extracto por extracto.

El gerente de Cien Por Cien Natural, Per Björk, ha escogido un fabricante sueco, Swedish Herbal Institute, para que elabore sus productos, ya que Suecia es líder mundial en el estudio de plantas adaptógenas, desarrolla productos basados ​​en estas plantas desde 1975 y tiene resultados ampliamente documentados. Según explica, esta empresa “nos tiene cautivados, porque el fundador la montó para traducir todo su conocimiento de las plantas en varios formatos de mucha calidad para ayudar a la gente, y sobre todo vende producto para poder financiar la ciencia de las plantas y poder seguir entendiendo el potencial que tienen las plantas”.

“Nuestros productos llevan, además, vitaminas del grupo B –porque también hacen buenas sinergias con las plantas adaptógenas– y sustancias como la riboflavina, el ácido pantoténico o la vitamina B6 –que ayudan a normalizar el metabolismo energético y a reducir el cansancio y la fatiga– y tiamina –que contribuye al buen funcionamiento del corazón y del sistema nervioso–”, añade Björk.