Pensamos en un trozo de pizza, unos nachos o un bizcocho de chocolate y somos muy conscientes del efecto que pueden generar en nuestra salud: subida de peso, picos de insulina, bajada de energía posterior y un largo etcétera. Sin embargo, poca gente es consciente del efecto de las bebidas en la salud.

Los zumos, los refrescos azucarados (y los que se hacen llamar “cero”, pero que siguen estando llenos de edulcorantes), el alcohol o cualquier líquido que se nos pase por la cabeza que no sea agua. Los ingerimos sin mucha consciencia y desconocemos que sus efectos pueden llegar a ser incluso peores que los de los alimentos antes mencionados. De hecho, mucha gente se fustiga por comerse un día un trozo de pizza, pero sigue bebiendo a diario refrescos o zumos sin siquiera ser consciente del efecto que eso provoca.

Ahora que llega el verano, es importante que nos aseguremos de mantener una buena hidratación. Durante esta época del año es más fácil sudar y sentir sed a menudo (el cuerpo nos avisa de que necesita más líquidos) y, si no vamos con cuidado y no nos mantenemos lo suficientemente hidratados, pueden aparecer síntomas como dolores de cabeza, baja capacidad de concentración, agotamiento o bajo rendimiento físico, entre otros.

El problema es que algunas personas consideran que beber agua es muy aburrido y, en su lugar, la sustituyen por las bebidas antes mencionadas. ¿Pero sabíais que más allá del agua hay una alternativa deliciosa y refrescante? El agua de coco.

El agua de coco es el líquido que se encuentra de forma natural en el interior de los cocos jóvenes (al madurar, esta parte se va volviendo cada vez más sólida y fibrosa hasta generar lo que conocemos como la “carne” de coco). Poseen un sabor característico que puede variar según la especie, madurez del coco o lugar de origen.

Beneficios del agua de coco

El agua de coco posee muchos beneficios, como, por ejemplo, los siguientes:

  • Es una bebida muy refrescante, ya que contiene bastante agua.
  • No tiene azúcares añadidos (solo incluye los del propio alimento) y es baja en grasas.
  • Contiene distintos electrolitos, entre los que destacan el potasio y el sodio (ambos imprescindibles para asegurar la contractibilidad del músculo esquelético, el mantenimiento del equilibrio electrolítico y la excitabilidad del sistema nervioso), aunque también contiene magnesio, fósforo y calcio.
  • Es ideal para deportistas gracias a su contenido en sodio y potasio, ya que ayudan a la reposición electrolítica durante y tras el ejercicio.
  • Es apta para personas veganas y vegetarianas y no contiene gluten ni lactosa.

¿Cómo escoger una buena agua de coco?

La mejor opción sería beber agua de coco recién extraída del propio fruto, pero sabemos que es complicado conseguir cocos frescos en nuestro país, así que deberemos consumir la bebida envasada. Eso sí, a la hora de escogerla deberemos tener en cuenta que:

  • No contenga azúcares añadidos. El coco ya contiene azúcares de forma natural.
  • Que no contenga aditivos. En algunas bebidas de coco se utilizan conservantes o colorantes. Ninguno de los dos es necesario, así que lo mejor es evitarlos.
  • Que sea ecológica para garantizar la máxima calidad del producto final.