La pizza es un plato que gusta a todos: mayores y niños, y a menudo es un momento de unión familiar y/o de amistades. ¿Quién no ha usado nunca la expresión “quedamos y hacemos unas pizzas”?
El problema viene cuando se deben elegir qué pizzas hacer o pedir. Por un lado, en muchos pueblos o ciudades no existe la posibilidad de poder encargar una pizza a domicilio saludable y, por otra parte, cuando se intenta comprar en supermercados ecológicos todavía existe la limitación de que los fabricantes no hacen sin gluten y/o sin cereales que estén libres de azúcares u otros ingredientes añadidos.
Actualmente, aunque sí hay establecimientos que hacen bases de pizzas sin gluten saludables no venden ninguna como la de esta receta: ligera, sin cereales y con base de verdura para poder comer cualquier día por la noche. Es una pizza, pues, apta para personas celíacas o que no pueden comer gluten y también para las que hacen una dieta evolutiva.
La receta de pizza tan rica y sorprendente de hoy se puede hacer si siempre tenemos en la despensa unos ingredientes básicos totalmente naturales.
Hoy os propongo una pizza con coliflor. ¡Sí, lo habéis leído bien! La coliflor será el ingrediente principal de la base y os sorprenderá tanto que las noches de pizza se multiplicarán.
Supongo que todos sabéis que la coliflor es de la familia de las crucíferas, pero os hablaré un poco más de sus propiedades:
- Es un alimento muy diurético, ya que contiene mucha agua.
- Consumir su menudo ayuda a producir glóbulos blancos y rojos.
- Tiene propiedades antioxidantes.
- Es rica en vitamina C y del grupo B.
- Refuerza el sistema inmunológico.
- Ayuda a prevenir algunos tipos de cánceres.
- Es tan rica en fibra que favorece la evacuación intestinal.
- Tiene niveles altos de potasio, hierro y calcio.
- Es una verdura que ayuda a eliminar el Helicobacter pylori, así como las otras crucíferas.
- Ayuda a depurar el hígado.
Las ventajas de consumir pizza casera y saludable es que se sabe qué se come: los ingredientes que lleva y su procedencia y, sobre todo, que se puede hacer de lo que más apetezca.
Así que empezamos, que sólo de pensar en pizza ya se nos hace la boca agua.
La receta
Ingredientes para dos pizzas
Para hacer las masas
- 1 coliflor grande
- 4 c.s. de chía o lino
- 4 c.s. de agua filtrada o alcalina
- 120 g de almendra molida
- 1 c.p. de sal marina sin refinar
- 1 c.p. de orégano seco
- 1 c.p. de ajo en polvo
Para rellenarlas
- 6 tomates maduros pequeños
- 1 pimiento verde
- 1 pimiento rojo
- 2 cebolletas moradas
- 5 espárragos verdes grandes
- Ruca
- Levadura nutricional
Preparación
- Limpiar la coliflor y separar en flores.
- Hervir durante 3-4 minutos. Escurrir.
- En un bol, poner 3 cucharadas soperas de semillas de chía o de lino junto con las 4 cucharadas de agua. Mezclar y dejar reposar.
- En otro bol, rallar los tomates y añadir la cucharada de chía o lino restante y un puñado de levadura nutricional.
- Triturar la coliflor en un procesador de alimentos, batidora o Thermomix.
- En un recipiente apto para congelar, poner la masa y dejar enfriar durante unos 10 minutos.
- Mientras tanto, cortar las cebollas en rodajas finas. Hacer lo mismo con los pimientos. Retirar la parte final de los espárragos y dividir en dos mitades.
- Calentar el horno a 200 ºC.
- Colocar la coliflor en el centro de un paño de algodón y apretar bien hasta sacar toda el agua.
- Coger un tazón y, junto con la masa bien escurrida, añadir la mezcla de la chía o el lino, con la harina de almendra, el ajo en polvo, el orégano y la sal marina sin refinar. Integrar bien todos los ingredientes.
- En una bandeja de horno con papel vegetal, extender la masa y formar las dos bases de pizza.
- Cocer durante 20 minutos más o menos a 180 ºC en la posición de ventilador arriba y abajo, vigilando que no se quemen.
- Una vez las bases ya se han tostado, sacar del horno.
- Dar la vuelta y poner los ingredientes: primero de todo el tomate rallado, la cebolla, los pimientos y los espárragos. Se puede poner un poco más de levadura nutricional. Hornear durante 10 minutos o hasta que las verduras estén hechas.
- Retirar las pizzas del horno, poner rúcula y un chorrito de aceite (opcional) y… ¡las pizzas ya están listas!
Nota: Si se desea, se pueden hacer las verduras antes en un wok o sartén para acelerar la cocción en el horno.
¡Esta receta desmonta el mito de que comer pizza no es SEN!
También puedes preparar una receta de pizza con base de quinoa.