Normalmente cuando hacemos cambios en la alimentación para adquirir unos hábitos más saludables o porque nos han diagnosticado alguna intolerancia dejamos atrás algunos rituales o momentos que nos hacían felices, como puede ser la costumbre de compartir una pizza con la pareja y los hijos un viernes por la noche. Hoy en día, sin embargo, tenemos la gran suerte de que hay versiones saludables de todo y también la opción de quesos vegetales para quien no puede o no quiere tomar lácteos, y la posibilidad de utilizar muchas harinas o cereales sin gluten para elaborar cualquier pastel, pasta, pan y, en este caso, pizza.
Precisamente, hacer una pizza sin gluten es una de las cosas más fáciles de hacer y que requieren menos diferencias respecto a la receta original hecha con trigo. Tan solo se necesita un cereal sin gluten en grano o directamente una harina sin gluten, un poco de sal marina sin refinar, agua de calidad y bicarbonato. La propuesta de pizza de hoy es con quinua, pero se podría cambiar perfectamente por trigo sarraceno o arroz, por ejemplo.
La quinua es un pseudocereal que tiene una buena proporción de minerales como el calcio, el hierro, el magnesio, el fósforo, el potasio, el manganeso, el cobre y el zinc, y también tiene vitaminas E y del grupo B. Además, como es un alimento con bastantes proteínas e hidratos de carbono de absorción lenta, es ideal para personas que tienen más desgaste físico, como las embarazadas, los deportistas y los niños, o bien desgaste emocional y mental, como por ejemplo las personas que están sometidas a un grado de estrés alto. La quinua últimamente tiene mala prensa porque su precio es un 40% más caro respecto a 2005, debido a la gran demanda que ha habido últimamente. El origen de la quinua es peruano pero actualmente se está cultivando ya en España y esperamos que pronto podamos disfrutarla de proximidad.
Para preparar esta pizza −y que sea vegana− no añadiremos mozzarella ni ningún tipo de queso, por lo que también se puede disfrutar de una pizza más ligera y fácil de digerir. Hay opciones de quesos veganos que podéis encontrar en Biospace, pero en este caso como que pretende ser una receta ligera para la hora de cenar, el toque de “queso” será exclusivamente gracias a la levadura nutricional. Además, como la quinua tiene menos calorías por 100 gramos que otro tipo de cereal, es una buena opción para cenar, que es un momento del día en que las necesidades calóricas y energéticas son más reducidas.
Las verduras que se pueden utilizar en una pizza vegana ligera y fácil de digerir son muchas: cebolla y champiñones, la típica con alcachofas y otras verduras, simplemente con tomates cherry y rúcula, añadir aceitunas negras, con calabacín y espárragos verdes, champiñones y rúcula, con espinacas frescas, etcétera. La clave para mantener un peso ideal y disfrutar de buenas digestiones radica en cenar de forma ligera y hacer buenas combinaciones de alimentos. Las verduras combinan bien con cualquier cereal, legumbre o proteína animal; en cambio, el queso no combina muy bien con el cereal, ya que son dos alimentos muy concentrados y con poca agua. Es normal, pues, que cuando comemos una pizza convencional nos sintamos muy llenos, hinchados y “empachados”; en cambio, podréis comprobar que cuando terminéis de comer esta pizza sentiréis solo sensación de bienestar y habréis quedado saciados de manera saludable.
Si a la pizza le añadimos champiñones o algún otro tipo de seta estamos aportando proteína vegetal poco calórica, tiene pocos hidratos de carbono y un alto contenido en agua y fibra. Combinados con cereal forman un tándem proteico buenísimo. Aparte, son ricos en minerales, vitaminas, potasio, fósforo, selenio y vitaminas del grupo B. Además, los champiñones tienen un efecto diurético, inmunoestimulante, antianémico y antioxidante sobre el organismo. Son un alimento ideal para incorporar proteína a la hora de cenar.
La cebolla también es muy diurética, es un antibiótico natural para hacer frente a infecciones respiratorias, mejora la circulación sanguínea, tiene propiedades digestivas −aunque no se aconseja en casos de acidez estomacal ni estómagos delicados− y gracias a su alto contenido en quercitina tiene efectos antiinflamatorios, antitumorales y antioxidantes.
¿Sabíais que tomar el agua restante de hervir una cebolla con la piel puede ser beneficioso para mejorar estados inflamatorios del intestino, como la enfermedad de Crohn o la intolerancia al gluten?
Y después de hacer este repaso a los beneficios de comer una pizza vegana con alimentos combinados con el fin de que sea fácil de digerir y ligera, ahora vamos a hacer la receta…
Ingredientes **
Para la base
- ¾ T de quinua real (en remojo toda la noche) de la marca La Finestra Sul Cielo
- ¼ T de agua de calidad
- 1 c de sal marina sin refinar
- 1 c de bicarbonato
- Para el topping
- ¼ T de tomate triturado de la marca Cal Valls
- ½ cebolla cortada en medias lunas
- 200 g de champiñones frescos cortados en medias lunas
- 1 c de orégano seco
- 1 c de albahaca seca
- Sal marina sin refinar
- 2 C de levadura nutricional (no es lo mismo que la levadura de cerveza)
- Aceite de oliva virgen extra de primera presión en frío
Preparación
- Poner el horno a calentar a 220 ºC.
- Escurrir la quinua y lavarla bien.
- Triturar la quinua junto con el agua, la sal y el bicarbonato hasta obtener la consistencia de la masa.
- En una bandeja o molde que pueda ir al horno, poner un poco de papel vegetal y, de manera opcional, un poco de aceite bien esparcido por encima.
- Con la ayuda de las manos un poco húmedas ir esparciendo la masa y darle la forma de pizza.
- Hornear la base de la pizza durante 10 minutos y luego girar para que se hornee por la otra cara de la base 5 minutos más.
- Mientras tanto, preparar / cortar los champiñones y la cebolla. Reservar.
- Sacar la base de la pizza del horno, añadir primero la salsa de tomate, las especias, la cebolla, los champiñones y la sal marina sin refinar (si no se la añades quedaría insípida).
- Volver a hornear la pizza durante unos 13 minutos aproximadamente.
- Una vez hecha la pizza, añadir un poco de aceite (de manera opcional) y la levadura nutricional.
- Podríamos servirla también con un poco de rúcula por encima para aportar todos los beneficios de la verdura de hoja verde cruda.
** Todos los ingredientes se pueden encontrar en Biospace
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