Calabaza, sandía, pepino, cebolla, apio, nabo y germinados. Todo aromatizado con albahaca y marinado con refrescante jugo de lima, pomelo y kombucha. Una elección perfecta para servir como entrante o como acompañamiento de platos un poco contundentes y así, de paso, ayudar a digerir.
A veces pienso que me vuelvo un poco loca pensando en innovar con recetas basadas en vegetales para poder hacerlos más atractivos. Pero confío ciegamente en que son los principales alimentos que nos pueden salvar la vida (¡y el planeta!). Y muchas veces, aunque nos cueste reconocerlo, nunca están lo suficientemente presentes en nuestra dieta.
Nuestros antepasados vivían de acuerdo a los ritmos de la naturaleza y gracias a esa conexión profunda y orgánica desarrollaron técnicas culinarias que les permitían adaptarse a los cambios de estación sin dejar de nutrirse.
Ceviches, ensaladas o escabeches son platos que en verano nos nutren, refrescan y satisfacen. El ceviche se habría originado en la cultura Mochica, en el litoral del Perú, hace más de dos mil años. Se cuenta que, ya por esa época, se preparaba un plato a base de pescado fresco que se cocinaba con el zumo fermentado de tumbo (Passiflora mollisima), una fruta local. Pero más adelante se utilizó la técnica del ceviche para prepararlo con frutas, muy común en el norte de Colombia, donde preparan ceviche de mango verde.
El poder del ácido y el picante
En el jugo ácido con el que se marina el ceviche reside todo el encanto y la potencia de este plato. El sabor ácido es hepatoprotector, nos ayuda a metabolizar grasas, genera bilis, baja la temperatura del hígado y mejora la digestión.
El toque picante es también fundamental, pero se puede elegir desde el más suave como el pimentón dulce, hasta el ají más potente. El sabor picante activa el fuego digestivo, mejora el funcionamiento de los intestinos y ayudar a deshacerse de mucosidades.
He dejado la calabaza macerando durante unas horas con el té kombucha para intensificar su sabor y potenciar así las bacterias beneficiosas. Betacarotenos, licopeno, vitamina C, antioxidantes… una mezcla refrescante y con factor de protección alto para aumentar la capacidad de las defensas de forma natural y mantenernos llenos de vida este verano.
La receta: Ceviche probiótico de calabaza, sandía y albahaca
Ingredientes ceviche (para 4 personas):
- 1 calabaza cacahuete
- ¼ de sandía rayada (sin pepitas mejor)
- 1 pepino mediano cortado a tiras finas
- 1 trozo de tronco de apio cortado en cubitos
- 1 trozo de nabo blanco rallado muy fino
- ¼ de cebolla en medias lunas muy finas
- Germinados para decorar
- Hojas de albahaca fresca
- 2 c.s. de kombucha
Marinada:
- Zumo de 4 limas
- Zumo de 1 pomelo y medio
- 2 c.s. de leche de coco
- Una pizca de cayena o ají picante
- 1 c.s. de AOVE
- Sal marina
Preparación:
- Pelar y retirar las semillas de la calabaza. Cortar en cubitos de unos 2 cm y cocer ligeramente al vapor. Dejar macerando con una pizca de sal, el kombucha y un poco de aceite de oliva, durante al menos 6 horas.
- Mezclar con una batidora manual todos los ingredientes de la marinada para emulsionar bien.
- Cortar la sandía sin piel y mezclar con el pepino, el apio, el nabo y la albahaca picada.
- Añadir a las verduras la calabaza prebiótica y dejar macerar toda la mezcla en el jugo de la marinada. Reservar en la nevera una media hora.
- Servir en boles individuales poniendo una montañita de verduras en el centro y regar generosamente con la marinada.
- Decorar con la cebolla cortada en medias lunas muy finas, los germinados y unas hojas de albahaca. Servir bien frío.
Que lo disfrutéis,
¡Mucha salud!
@crispuarroyo de Poderosamenta
Dietista y naturópata
Alimentación ConCiencia &Salud