Es una manera muy saludable de consumir la humilde patata y quiero aprovechar para reivindicarla porque tiene muy mala fama. A mis pacientes les cambia la cara cuando les digo que pueden comerla; que cocinada saludablemente puede rebajar la presión arterial y no engorda. Además, por aquí tenemos muy buenas patatas e, importante, es un producto económico. En concreto hay cinco tipos que son muy populares y pueden encontrarse fácilmente en supermercados y fruterías. La que he escogido es la variedad kennebec, la típica patata de piel parda, grande y de formas irregulares. Esta patata, sensible a la luz (siempre se recomienda conservarla en lugares oscuros y frescos), es la variedad más popular en la cocina europea por su textura y sabor. Es muy importante, si se cuecen solas, dejarlas con la piel para que conserven todo su sabor y sus componentes nutricionales y añadirles una buena dosis de sal, que ayuda a mantenerlas íntegras.
Si vais a consumir las patatas con piel (que contiene vitamina C), como “las papas arrugás”, es muy importante que sean ecológicas. También tienen vitamina A, B1, B2, B6, mucho potasio y fósforo, magnesio, hierro, calcio y sodio. Son diuréticas y muy recomendables para los problemas estomacales ya que combaten la acidez. Un súper remedio para calmar el dolor de las úlceras de estómago es el jugo de la patata cruda.
Normalmente me gusta aromatizar el puré de patatas con hinojo crudo rallado y ajo; queda delicioso y siempre tiene éxito, pero esta vez he escogido el apio nabo. En realidad más que escogerlo, estaba en la cesta ecológica que me preparan en Els bandolers de Gràcia, una tienda muy especial de la calle Verdi en el barrio de Gràcia. Es como viajar en el tiempo al típico colmado de barrio, ¡me encanta! Toda la fruta y verdura es ecológica y el resto tiene una calidad extraordinaria y de proximidad.
Para completar esta receta he incluido un ingrediente que da la bienvenida a la primavera y que es uno de los productos que más me gustan de esta temporada: los guisantes frescos, que sólo pueden consumirse en los meses de primavera, por lo que hay que aprovechar ahora para poder disfrutar de su dulce sabor al máximo. Gracias a la protección de su vaina, los guisantes son una de las hortalizas con menos productos químicos y unas de las pocas legumbres que podemos comer crudas.
Cada pequeñísimo y minúsculo guisante aporta una gran variedad en vitaminas, minerales, proteínas, fibra, e incluso lecitina. Tienen un alto contenido en vitaminas –A, C, ácido fólico y tiamina– y en minerales –sobretodo hierro, potasio y fósforo–, y también fibra, muy útil para regularizar el tránsito intestinal y ayudar a reducir los niveles de colesterol. Son especialmente ricos en vitamina B1, por lo que combaten la fatiga y nos llenan de energía.
Además, son legumbres con excelentes propiedades proteínicas, y en los últimos tiempos el aislado de proteína de guisante ha cobrado gran protagonismo en el mundo de la suplementación. Es una proteína que ayuda a mantener y a mejorar la masa muscular mientras se pierde peso, por lo que es apropiada para deportistas, pero también para los que, por su ritmo de vida, no llevan una dieta equilibrada, o incluso para personas convalecientes. La proteína de guisante está considerada como una de las mejores gracias a su gran contenido en aminoácidos esenciales, de los cuales una proporción importante son aminoácidos ramificados, como la L-arginina, que interviene en el proceso de crecimiento y al cual también se atribuyen propiedades antienvejecimiento y reparadoras de los tejidos. Además, aumenta la producción de colágeno y la masa muscular, a la vez que disminuye los depósitos de grasa corporal.
Bueno, pues vamos ya a por la receta de mi “Amor entre patata y apio nabo en primavera de guisantes”, que es súper fácil, amorosa y saludable, y que espero que os guste.
La receta
Ingredientes (para 2-3 personas)
- 3-4 patatas medianas
- medio apio nabo (el resto rallado en crudo en una ensalada queda fantástico)
- 2 tazas de guisantes
- 1 taza de bebida de arroz
- 1 diente de ajo
Para los topping:
- polen
- germinados
- nueces de Brasil picadas y ligeramente tostadas
- copos de nori
- gomasio
Preparación en 3 pasos:
- Lavar bien las patatas con el estropajo de verduras y cocerlas con piel en abundante agua con sal marina durante 20 m. Escurrir, pelar y poner en la batidora. Añadir medio apio nabo pelado rallado, un diente de ajo, la bebida de arroz y batir hasta obtener un puré cremoso. Se puede modificar la textura con la bebida de arroz.
- Cocer los guisantes durante 5 minutos.
- Montar el plato haciendo un nido con el puré de patatas y poner los guisantes en el centro. Añadir los toppings al gusto.
Que lo disfrutéis.
¡Buen provecho!