¿Y por qué no? Unas albóndigas vegetarianas y sin gluten también pueden resultar deliciosas. Estas, por lo menos, lo son; además de muy fáciles y nutritivas.
Yo las he hecho con una base de arroz integral y lenteja pardina. Pero podéis hacerlas con otra legumbre y quinoa o trigo sarraceno, por ejemplo. En cualquier caso, llevarán una proteína completa que nos ayudará a reconstruir nuestra felicidad. En su interior, sabor a equinoccio de primavera con relleno jugoso y crujiente de col lombarda, menta fresca y coco rallado. Explosión de sabores exóticos para improvisar un menú informal y saludable.
Para acompañar estas delicias, e inspirada en la cocina aromática thai, una salsa picante extracremosa. Calabaza asada, leche de coco y curri. Una buena ensalada de hojas amargas y listos para celebrar el solsticio del verano. El inicio de una nueva estación trae cambios en el entorno natural y en el ambiente.
Como consecuencia, podemos sentir cambios físicos, emocionales o mentales. Seguir intuitivamente los ritmos de la naturaleza nos ayudará a encontrar el equilibrio. Y una buena elección para adaptarnos a este movimiento serán los vegetales de sabor amargo como la achicoria, la escarola, las endivias, las acelgas, el diente de león, la remolacha cruda o la rúcula.
¿Vegetarianas o veganas?
Estas albóndigas son en realidad ovolactovegetarianas, porque llevan huevo para poder unir los ingredientes, pero si queréis hacerlas veganas, podéis sustituirlo por algún aglutinante vegetal como el almidón de patata o de avena, o con “huevo de linaza” (1 cucharada de semillas de lino trituradas con 3 cucharadas de agua).
Es importante ajustar bien la consistencia de la masa para formar las albóndigas y que no se deshagan o queden pegajosas. Si la masa os queda demasiado blanda, añadir algo más de almendra triturada o más huevo si os queda muy seca. Las podéis congelar perfectamente, mejor con la salsa aparte, y pueden resultar ideales para llevarlas como tentempié saludable.
Preparad vuestros órganos parael verano
El final de la primavera es el mejor momento para preparar los órganos que representan la energía fuego del verano, es decir, el corazón y el intestino delgado.
En Medicina Tradicional China el corazón es considerado el centro de las emociones, de la intuición y del despertar de la conciencia. Se dice que hace circular la sangre y libera la energía de la luz.
El intestino delgado representa el Ser, ja que absorbe el 90% de los nutrientes, y por eso deberíamos mantenerlo limpio y flexible. Cuando la energía fuego está en equilibrio, la persona es carismática, apasionada, brillante, emocionalmente serena y con una expresión viva.
Albóndigas vegetarianas de primavera con salsa Garden-Thai
Ingredientes para las albóndigas (salen unas 40 de tamaño mediano):
- 250 g de lenteja cocida
- 140 g de arroz integral cocido
- 50 g de almendra triturada
- 30 g de coco rallado
- ½ col lombarda mediana
- 1 taza de hojas de menta fresca picada
- 1 cebolla
- 2 huevos
- Una pizca de sal marina
- Pimienta recién molida
- Aceite de sésamo (opcional, podéis utilizar aceite de coco)
Ingredientes para la salsa thai:
- 1 lata de leche de coco
- Pulpa de 1 calabaza cacahuete pequeña asada
- 1 diente de ajo (opcional)
- Una pizca de cayena (opcional)
- Una pizca de curri
- Una pizca de sal marina
Preparación de las albóndigas:
- Picar finamente la cebolla y sofreír en un poco de aceite de sésamo (o de coco) hasta que esté transparente.
- Cortar la col lombarda muy pequeña y añadirla a la cebolla. Añadir un poco de zumo de lima para que no pierda color y saltear hasta que quede al dente.
- En un bol, mezclar las lentejas y el arroz con el salteado y las hojas de menta troceadas; salpimentar al gusto y reservar.
- Añadir los huevos batidos y mezclar bien (mejor triturar un poco con una batidora de mano).
- Mejor guardar la masa en la nevera unas horas para que se aglutine bien y se integren los sabores.
- Formar las albóndigas en un tamaño pequeño-mediano para que no se deshagan.
- Opción 1, hornear: Colocar en una fuente y hornear unos 20-25” con el gratinado suave, vigilando que no se quemen.
- Opción 2, freír: Calentar un poco aceite de sésamo (o de coco) en una sartén y freír las albóndigas por tandas hasta dorarlas (ir moviéndolas y escurrirlas sobre papel de cocina).
- Para hacer la salsa, mezclar la pulpa de la calabaza con el resto de los ingredientes y triturar.
Que lo disfrutéis,
¡Mucha salud!