Postres, desayunos y meriendas | Consol Rodríguez
Muchas veces sentimos el impulso de querer consumir algo dulce; el cuerpo nos lo puede llegar a pedir insistentemente. Este pastel hecho a base de zanahoria y alimentos saludables es la receta ideal para estos momentos.
¿Os habéis fijado que en esta receta hemos triturado la semilla del aguacate junto a la pulpa? Sí, sí, no es un error, al contrario. La semilla del aguacate se considera un superalimento, ya que es muy antioxidante, tiene propiedades antiinflamatorias, antiálgicas, anticancerosas, contribuye a reforzar la salud inmune, el sistema de la piel, el cardiovascular…
Lo podemos camuflar triturándolo con la pulpa del aguacate en las recetas en las que hagamos cremas. Eso sí, teñirá la salsa de un suave color marrón, aunque en esta receta nos viene que ni anillo al dedo: queda perfectamente fundido con el color rosado-amarronado de la crema. Puede que parezca duro, pero no lo es; con una batidora de vaso desaparece completamente en la textura cremosa de la pulpa. Si no disponéis de una batidora lo suficientemente potente como para romper el hueso entero, se puede trocear con un cuchillo o rallar antes de añadir a la batidora.
Para la masa de esta tarta, he utilizado zanahorias moradas: todos los alimentos morados contienen un tipo de antioxidantes muy potentes, a los que se les atribuye propiedades antienvejecimiento. Si no encontráis zanahorias moradas, podéis usar las de color naranja, e incluso se puede hacer otra versión de esta tarta con remolacha roja. La zanahoria morada es muy poco dulce, así que, si no estáis acostumbrados a la repostería sin azúcares añadidos, igual os interesaría más empezar con una tarta de remolacha o de zanahoria de color naranja, más dulce.
He utilizado también bayas de goji porque son muy completas a nivel nutricional y muy antioxidantes, pero si os cuesta encontrarlas se pueden sustituir por pasas sultanas o pasas de Málaga, muy energéticas y nutritivas también, y mucho más dulces que las bayas de goji.