Una ensalada templada de quinua y mijo salteados en aceite de sésamo con especias y sobre una base de frescas y tiernas hojas verdes, plantas aromáticas, germinados y una poderosa e intensa salsa verde de guisantes crudos, rebosantes de vitaminas, minerales, enzimas y antioxidantes.
En primavera, la huerta se viste de verde en diferentes tonalidades y formas, y uno de sus regalos más mágicos son los guisantes, que, cuando son frescos y tiernos, resultan dulces como la fruta y, cuando maduran y se secan, adquieren un carácter más proteico y reconstituyente.
No sé que tienen las ensaladas templadas, pero me encantan. Incluso en verano, a muchas personas les cuesta digerir los crudos, así que combinándolos con un salteado ligero de setas, verduras, frutas, cereales o legumbres, conseguiremos un plato lleno de nutrientes, pero sobre todo ¡muy digestivo!
La salsa, además de fácil, me ha sorprendido por su sabor intenso. Guisantes crudos, zumo y ralladura de limón, aceite de oliva y un poco de agua. Consumir los guisantes crudos o casi crudos nos permite disfrutar de su sabor dulce y de su textura crujiente.
Guisantes para combatir la astenia primaveral
Si estáis buscando alimentos muy ricos en vitaminas del grupo B, los guisantes son la elección correcta: contienen B2, B3, B6, B9 y destacan en vitamina B1; por lo que combaten la astenia primaveral y nos llenan de energía. Y gracias a su alto contenido en fibra (¡una taza proporciona 8 gramos!), nos ayudan a regular la respuesta glucémica y las digestiones.
La proteína de guisante está considerada como una de las mejores gracias a su gran contenido en aminoácidos esenciales, de los cuales una proporción importante son ramificados, como la L-arginina, con propiedades para reparar tejidos y antienvejecimiento.
Según la medicina oriental, los guisantes relajan, tonifican el bazo y el páncreas, el estómago y fortalecen el sistema digestivo. Estamos viviendo tiempos de incertidumbre, y esto muchas veces nos lleva a sentir emociones negativas hacia nosotros mismos y hacia los demás. Incluso muchas personas sufren taquicardias, ansiedad, insomnio o síntomas respiratorios como asma.
Desde el punto de vista energético, el color verde es protector del corazón, frente al dolor emocional y espiritual. Consumir ingredientes sin procesar, frescos y sencillos, nos llenará el corazón de alegría y nos permitirá nutrir cuerpo y alma para vivir esta primavera con plenitud y abundancia.
La receta. Ensalada tibia con salsa de guisantes
Ingredientes para la ensalada (2 personas)
- 1 taza de quinua cocida (al dente)
- 1 taza de mijo cocido (al dente)
- 1 c.s. de pipas de calabaza
- 1 c. p. de mostaza en grano
- 1 pizca de comino en polvo
- 150 g de guisantes frescos
- Brotes de hojas verdes (kale, rúcula, espinaca…)
- 1 taza de menta fresca
- 1 taza de albahaca fresca
- Germinados de guisante
- Sal marina
- Pimienta blanca
- Aceite de sésamo (para saltear los granos)
- AOVE (para aliñar la ensalada)
Ingredientes para la salsa de guisantes
- 150 g de guisantes frescos
- 6/7 c.s. de AOVE
- Agua mineral (al gusto)
- Zumo de 1/2 limón
- Ralladura de 1/2 limón
- Una pizca de sal marina
Preparación:
- Preparar en una ensaladera una base con las hojas verdes, las plantas aromáticas y los germinados.
- Regar con AOVE, sal marina y pimienta blanca.
- Pintar una sartén con aceite de sésamo y saltear las especias (mostaza y comino) con las pipas de calabaza. Ir moviendo la sartén hasta que empiecen a chisporrotear y desprender aroma.
- Añadir el mijo y la quinua y saltear hasta que estén dorados. Reservar.
- Triturar todos los ingredientes de la salsa de guisantes (corregir la textura con un poco de agua o zumo de limón, si es necesario).
- Añadir a la base de hojas los granos salteados, los germinados, guisantes crudos al gusto y regar generosamente con la salsa.