En los períodos de cambio estacional, concretamente en otoño y primavera, el organismo responde expresando un conjunto de síntomas asociados a lo que llamamos, en este caso, astenia o fatiga primaveral. El cuerpo sufre un trastorno adaptativo a los cambios que conlleva la nueva estación.
¿Cuáles son las causas de este fenómeno?
Hay varios factores desencadenantes de todo este proceso:
- cambios de temperatura y presión atmosférica durante el día
- aumento de las horas de luz con el cambio horario
- alteración del ritmo circadiano con modificación de las horas de sueño y de comida
- cambio del estilo de vida diario como consecuencia de los anteriores factores (aumento del tiempo de ocio y horas fuera de casa)
La combinación de todas estas circunstancias hace que el organismo se vea expuesto a un cambio en la secreción de determinadas hormonas: endorfinas, cortisol, melatonina, etc. Dichas alteraciones hormonales conllevan una alteración de los ritmos biológicos, que deben adaptarse a la nueva situación y exigen un consumo extra de energía. A partir de este momento es cuando aparecen todos los síntomas derivados de la astenia primaveral.
Ya veremos a lo largo del artículo las recomendaciones nutricionales, los hábitos saludables y los suplementos alimenticios, a la venta en herbolarios en línea, que pueden ayudarnos a combatir la astenia primaveral.
¿Cuáles son los síntomas característicos de este proceso adaptativo?
La astenia primaveral afecta una de cada diez personas, especialmente a mujeres entre 20 y 60 años. Se trata de un trastorno pasajero, que suele superarse en unos días o semanas, dependiendo de cada organismo. De todos modos, si la sensación de cansancio (síntoma principal) se prolonga durante meses, se recomienda consultar con un especialista para poder descartar otro tipo de patología más severa con síntomas similares.
Por lo tanto, los síntomas asociados a la astenia los podemos resumir en:
- Cansancio y somnolencia durante el día
- Falta de energía y debilidad generalizadas
- Alteraciones del sueño, especialmente dificultad para conciliarlo
- Irritabilidad
- Ansiedad
- Alteraciones del apetito
- Cefaleas
- Fatiga intelectual con dificultad de concentración y trastornos de la memoria
- Falta de motivación
- Debilidad del sistema inmunitario
En determinados casos, se aprecian brotes de alergias, problemas de piel y de vías respiratorias.
¿Qué consejos son imprescindibles para prevenir y combatir los síntomas?
Es recomendable seguir una serie de medidas para poder acelerar el proceso de adaptación del organismo. Es imprescindible un ritmo de vida ordenado, respetando tanto las horas de sueño (levantarse y acostarse) relacionadas con la secreción de melatonina (hormona que regula los ciclos de sueño y vigilia) como regular los horarios de las comidas.
La práctica de ejercicio físico moderado es básica para la secreción de endorfinas, conocidas como “los neurotransmisores de la felicidad y el placer”. Si se produce una disminución de los niveles de dichas hormonas, se agudiza la sensación de malestar generalizado y decaimiento.
Otro factor básico es el ajuste nutricional mediante una dieta sana y equilibrada, que proporciona a nuestro organismo cantidades óptimas de proteínas de alto valor biológico (de fuentes animales y vegetales saludables), hidratos de carbono, grasas buenas ricas en ácidos grasos esenciales como el omega-3, sales minerales, vitaminas y agua. De este modo estimulamos el sistema inmunitario para poder combatir los síntomas característicos de la astenia. Son muy interesantes tanto los alimentos que nos proporcionan energía como los que nos aportan aquellos aminoácidos implicados en el estado de ánimo.
Respecto a los hidratos de carbono, hay que priorizar los complejos e integrales, ya que nos aportan energía de forma gradual y son ricos en vitaminas del grupo B, cosa que fortalece también el sistema nervioso: cereales integrales; granos enteros; mijo; arroz; legumbres como los garbanzos, alubias, frijoles; tubérculos como el boniato, la patata o el tupinambo; verduras de hoja verde de la familia de las coles, coliflor, brócoli; etc.
Los frutos secos aportan energía, además de ser ricos en magnesio y otros minerales (grupo interesante de alimentos para deportistas).
Hay que aumentar la dosis de alimentos ricos en vitamina C y antioxidantes como las fresas, el kiwi, el mango, los albaricoques, la piña o los cítricos, además de los tomates y los pimientos.
La levadura de cerveza es también interesante por su alto contenido en vitaminas del grupo B y aminoácidos, que regulan el sistema nervioso y ayudan a mejorar los estados de depresión y ansiedad.
En primavera el cuerpo nos pide platos más frescos y ligeros. Esto lo podemos aprovechar para incorporar más ensaladas, germinados, semillas y frutas de temporada. Es el momento ideal para cuidar y limpiar nuestro hígado, órgano principal de la depuración, y así eliminar las toxinas acumuladas durante la época de invierno, caracterizada por cocciones más lentas y alimentos más densos.
¿Qué suplementos podemos tomar durante la astenia primaveral?
En determinadas ocasiones, sin embargo, la ayuda de una dieta variada no es suficiente y es preciso recurrir a un suplemento alimenticio complementario, sobre todo cuando las necesidades nutricionales son altas.
- Un multivitamínico rico en vitaminas y minerales esenciales que incluya, sobre todo, vitaminas del grupo B.
- Se recomienda hacer una analítica previa para determinar si hay un déficit de hierro. Si es así, incorporaremos un suplemento de dicho mineral tomándolo simultáneamente con vitamina C para aumentar su absorción.
- Ácido fólico y vitamina B12, micronutrientes el déficit de los cuales influyen más en la aparición de cansancio y fatiga.
- Los probióticos nos ayudarán a aumentar nuestras defensas a la vez que reforzarán la flora intestinal, cosa que permitirá una mejor absorción de nutrientes y una disminución de la permeabilidad intestinal.
- El eleuterococo, también llamado ginseng siberiano, es un suplemento interesante por sus propiedades adaptógenas, a la vez que nos proporciona energía sin causar irritabilidad y alterar el sistema nervioso. Está indicado en casos de agotamiento físico y mental.
- La jalea real es de los suplementos más conocidos para la astenia. Equilibra el sistema nervioso, estimula las defensas y nos proporciona energía física y mental. Además, posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antibacterianas.
¡La conclusión!
¡Una buena prevención es básica! Debemos escuchar a nuestro cuerpo y adelantarnos a él para estar preparados para que los cambios estacionales alteren lo menos posible el organismo. Un ritmo de vida ordenado con horarios rutinarios de comida y sueño, junto con la práctica de actividad física y una alimentación equilibrada, nos permitirá afrontar las adaptaciones primaverales.