Cuántas veces alguna persona mayos nos ha dicho: “Mmm, esta tarde lloverá… Me duelen los huesos…” o “Noto que se acerca el frío porque me duele más la rodilla…”? Pues, efectivamente, cuando cae el otoño y empieza el invierno, las articulaciones y huesos lo notan, y el dolor de las personas que tienen problemas de artrosis se agrava.
Esto pasa porque, con las temperaturas más frías, los músculos se contraen y están más rígidos, lo que provoca que las articulaciones también sufran. Respecto a las lluvias, una explicación que la comunidad científica acepta es que las articulaciones tienen baroreceptores o “detectores de cambios de presión atmosférica”, y, como cuando se acerca una tormenta las presiones de la atmósfera bajan, las rodillas, caderas, hombros, codos, manos lo sienten.
Afortunadamente, el tiempo sólo influye en la percepción del dolor y no agrava la enfermedad; así que si, durante esta época del año, “calentamos” y cuidamos huesos, músculos y articulaciones, podremos aliviar la sensación de incremento de dolor.
Una recomendación general es, en la medida de lo posible, mantener el cuerpo caliente con esterillas o mantas eléctricas, cojines de huesos de cereza o geles que se calientan con microondas, por aplicación de calor local. También es importante hacer movimientos suaves con la zona dolorida, así como también andar o nadar.
La alimentación es clave para ayudar a mantener las articulaciones limpias de los tóxicos que se van acumulando, derivados de una dieta excesivamente ácida, es decir, llena de proteína animal como carnes, huevos y quesos; y además de excitantes como el café o el té y exceso de sal. Así, sería adecuado hacer una dieta equilibrada más basada en los alimentos siguientes:
- Arroz: de la variedad que sea, es un cereal muy versátil. Una idea original para cocinarlo son las croquetas de arroz. Se cuece el arroz, se saltea con los ingredientes elegidos y se hacen bolitas. Se mojan con un licuado vegetal, como, por ejemplo, leche de avena, se pasan por pan rallado y se fríen.
- Copos de avena: ideal para el desayuno. Con una leche vegetal, se hierve hasta conseguir una textura cremosa y se echa canela en polvo.
- Pastas italianas: hechas de cebada o centeno.
- Legumbres variadas: Judías, lentejas, garbanzos. Los platos de cuchara, en invierno, sientan muy bien, nos calientan por dentro.
- Pescado y crustáceos: mejor que la carne porque acumulan menos tóxicos.
- Verduras de temporada: como el brécol, las diferentes variedades de coles, puerro, coliflor, acelgas, berros, puerro, aguacate.
- También hay complementos alimentarios que nos pueden ayudar a reforzar estas articulaciones y/o a calmar los dolores cuando aparezcan.
Farmacia Internacional recomienda:
A continuación se detallan algunos consejos que Farmacia Internacional recomienda:
1. Tratamiento intensivo de tres meses
Tomar regularmente algún compuesto de glucosamina, condroitina u otras proteínas (colágeno) que forman parte de las articulaciones y los huesos, como mantenimiento, a razón de tres meses seguidos y descansar tres más, dos veces al año.
- Solgar Glucosamina-Ac. Hialurónico-Condroitina-MSM en comprimidos.
- GCA 2700 Santé Verté en comprimidos, que además incorpora el harpagofito, una planta útil para calmar el dolor y la inflamación.
- Colágeno cono Magnesio de Ana Maria La Justicia, en polvo o en comprimidos. El magnesio actúa en el sistema nervioso calmando dolor y relajando musculatura.
Recordad que se deben evitar los alimentos más ácidos que hemos citado antes.
2. Tratamiento durante los meses de descanso
Durante los tres meses de descanso, se puede hacer un masaje diario con algún gel de aplicación local con una base de silicio orgánico, que refuerza las articulaciones, la piel y los huesos, por ejemplo:
- Vitasil Articulasil o Ergysil, del laboratorio Nutergia, son geles de silicio, ya reforzados con aceites esenciales que calman el dolor y bajan la inflamación, además de aportar sensación de bienestar y frescura. Si queremos hacer un aceite de masaje en casa, podemos poner en una base de aceite vegetal, idealmente aceite de hipérico, aceite de almendras dulces o, incluso, aceite de oliva; añadimos una gota de aceite esencial de katafray, una de gaulteria y una de siempreviva. Recomiendo tanto los aceites esenciales como los vegetales de Pranarom, por su garantía de seguridad y eficacia.
Además hay complementos a base de plantas que es interesante tener en cuenta cuando tenemos unos días de más molestias:
- La ortiga es una planta que, como tiene propiedades diuréticas, ayuda a eliminar los líquidos inflamatorios que se acumulan en la articulación. La podemos encontrar en cápsulas como Solgar Ortiga, cápsulas vegetales, o en formato líquido, como el zumo de ortiga de Salus o el extracto de ortiga de Soria Natural.
- El sauce blanco, del que se usa la corteza, es un calmante magnífico para los dolores. Por ejemplo, lo podemos encontrar en las cápsulas de Solaray White Willow Bark o en el extracto de Soria Natural Sauce.
Alicia Domingo
Farmacéutica de la Farmacia Internacional.
Técnico superior en Dietética y Nutrición.
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