Ya estamos en periodo estival y, con este calor, ¿a quién no le apetece una cerveza bien fresquita? Las terrazas al aire libre, las reuniones con amigos, un calor abrasador… cualquier excusa es buena para compartir un trago. Pero ya que nos vamos a saltar la norma por un día, mejor hacerlo bien.

La cerveza, una bebida alcohólica y fermentada de sabor amargo, es una de las bebidas que más se ha consumido a lo largo de los años y cada vez es más fácil encontrar variedades y alternativas muy distintas entre sí. Desde lager, pale ale o ipa hasta cervezas a base de cereales sin gluten, sin alcohol, o que incluso incluyen sabores de frutas u otros ingredientes.

La cerveza, de forma general, se elabora con cereales con gluten y se compone principalmente de 4 ingredientes: agua, malta, lúpulo y levadura. Y aunque no todo el mundo sea consciente de ello, es importante intentar asegurar la calidad de cada uno de sus ingredientes.

¿Cerveza ecológica o artesana?

Como sucede con otros sectores de la alimentación, a veces pueden surgir dudas cuando hablamos de artesanal o ecológico.

Las cervezas ecológicas fermentan de forma natural sin la intervención de ningún químico. Además, los ingredientes que se utilizan son de origen ecológico y están elaborados de forma sostenible; es decir, la materia prima está certificada como ecológica. En definitiva, son cervezas que contienen todas sus propiedades naturales.

En cambio, cuando hablamos de cerveza artesana hacemos referencia al proceso de elaboración. En este caso existe mínima ayuda de maquinaria y se realiza de forma manual. Suele tener más cuerpo, sabor y aroma que las cervezas industriales y, en muchos casos, se trata de cervezas sin pasteurizar, por lo que mantienen las propiedades típicas de los alimentos fermentados.

¿Qué cerveza escojo?

La mejor alternativa sería escoger una cerveza ecológica y artesanal.

Si queremos consumir cerveza de forma más habitual, una buena opción es hacerlo con cervezas sin alcohol. En este caso, podremos seguir disfrutando de los beneficios de la cerveza y de sus propiedades sin tomar alcohol.

Otra buena alternativa es consumir cervezas sin gluten. El hecho de eliminar o reducir el consumo de gluten nos ayudará a reducir el carácter inflamatorio que esta proteína provoca en el cuerpo y a seguir disfrutando de un sabor bastante similar al de las cervezas con gluten.

En Biocop encontramos alternativas que cumplen ambos aspectos. Algunas de sus cervezas se elaboran de forma artesanal y ecológica según las antiguas recetas de monasterios benedictinos bávaros, con agua pura de manantial de montaña, malta, lúpulo y levadura.

Entre ellas destacamos la cerveza de espelta sin alcohol Riedenburger, la clara de espelta sin alcohol, la malta de espelta sin alcohol o sus cervezas sin gluten, la cerveza sin gluten Riedenburger, la cerveza de mijo sin gluten o la cerveza de mijo con limón sin gluten.