El hígado tiene una capacidad natural para degradar los tóxicos a los que estamos expuestos, pero el ambiente de hoy en día, especialmente en las grandes ciudades tanto por lo que respecta a la contaminación como al estrés y a una alimentación inadecuada hace que tengamos el hígado agotado y congestionado.
Nuestro nutricionista Marc Vergés no cree en las depuraciones a base de licuados o zumos; él apuesta por una alimentación que, limitando lo que entra en el cuerpo, facilite lo que sale. ¡Descubrid sus consejos para impulsarlo y revitalizarlo!
1-Comer alimentos limpios y reales
Por un lado, evitaremos los agrotóxicos (pesticidas, herbicidas, fungicidas) y, por otro, eliminaremos todos los procesados , gluten, alcohol, tabaco, estimulantes, harinas y cereales refinados, azúcares y embutidos.
En cuanto a los cereales, aconseja evitar el trigo moderno y apostar por trigo sarraceno, que no tiene gluten y no ha sufrido modificaciones para tratar de hacer que sea más productivo.
2-Cocciones respetuosas
Para poder aprovechar al máximo los nutrientes y evitar las sustancias tóxicas que se generan cuando se tuestan demasiado (acrilamida, HAP y aminas heterocíclicas).
Las verduras tienen la particularidad de que atrapan químicos y otras sustancias que el cuerpo quiere eliminar, tanto de la verdura mismo como de todo lo que comemos (proteína). Si las cocinamos más de la cuenta, las fibras se rompen y perdemos el efecto quelante y también la clorofila, con un gran poder antioxidante.
3-Empezar la comida con verdura o ensalada
Hace que, si hay algo malo en el resto de la comida, sea menos malo. Es una forma muy sencilla de compensar. Las mejores opciones son una ensalada de amargos (rúcula, escarola, canónigos, diente de león) con germinados, fermentados y una vinagreta de cítricos. Entre las verduras depurativas destaca los espárragos, la alcachofa, el apio, la cebolla y el puerro.
4-Ayunos controlados
Pueden ser ayunos intermitentes entre 12 y 16 horas de descanso de alimentos, que dan trabajo al hígado. El resto de horas se hace una alimentación correcta para que no haya déficit de nutrientes. Vergés asegura: “Notaréis más energía y claridad mental cuando el hígado funcione mejor”.
5-Plantas hepáticas depurativas
Como el cardo mariano y el Desmodium. Ojo con el cardo mariano porque interacciona con mucha medicación. Siempre se deben tomar bajo la supervisión de un terapeuta especializado.
6-Aportar proteínas que ayuden a generar glutatión
El glutatión es una molécula muy antioxidante que se forma a partir de tres aminoácidos (glutamato, cisteína y glicina) y ayuda a eliminar radicales libres. Con un aporte de proteínas adecuado y combinado con vitamina C y clorofila generaremos glutatión endógeno.
7-Evitar AINE
El ibuprofeno y el paracetamol provocan hiperpermeabilidad intestinal y afectan al equilibrio de la microbiota intestinal. El uso continuado de estos medicamentos hace que el hígado se sobrecargue y no funcione correctamente. Por ejemplo, hace que no gestionamos bien la histamina y tengamos más dolor de cabeza. Para solucionar la raíz del problema se debe desintoxicar el hígado y reparar el intestino.
8-No cenar tarde, ni más de la cuenta
En invierno deberíamos cenar a las siete y en verano a las ocho para no dar trabajo extra al hígado, que durante la noche es cuando más trabaja.
9-Naturaleza y ejercicio
Contacto con la naturaleza y ejercicio físico suave como el yoga, taichí o chi kung son ideales ayudar al hígado.
10-Descanso reparador
El descanso es tan importante como la alimentación. De hecho, es una necesidad vital y fisiológica. Evitad pantallas antes de ir a dormir y propiciad un ambiente relajante para descansar mejor y que el sueño sea reparador.
Muy buenos tus consejos Marc. Estoy de acuerdo en todo. Cosas coherentes y sencillas.