¿Podremos erradicar el hambre y la pobreza en treinta años?
Ésta es una de las peguntas del millón que intenta responder el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), “The future of food and agriculture”.
En el listado de tendencias globales y retos que están cambiando el futuro de nuestro planeta, la FAO estima que en 2050 la población mundial habrá llegado a los 9,7 billones de personas, dos tercios de las cuales vivirán en áreas urbanas: de la misma forma que crecerá la población, lo hará la demanda alimentaria y, si el sistema global mantiene el modelo actual, será incapaz de abastecerla.
El panorama es poco alentador ya que, además de la pobreza extrema de determinadas zonas del planeta, pronostica un crecimiento continuado de obesidad y sobrepeso en todo el mundo, propiciado por el cambio del modelo de compra en los países ricos: en Estados Unidos, más de un 70% de la cesta de la compra se hace en grandes superficies, en detrimento de las tiendas de barrio o especializadas (en Europa, este valor roza el 50%).
El diagnóstico, de todas formas, también puede leerse en clave positiva, ya que propone retos que deberían ser fácilmente asumibles si se hace una apuesta clara por un modelo más sostenible que transforme los sistemas alimentarios en modelos más eficientes, inclusivos, resilientes, justos y responsables.
Responsabilidades compartidas para cumplir el reto
Pero lo que hace falta no es dejarlo todo en manos de políticos, agentes internacionales o la voluntades que quieran poner las industrias y entender que los retos son globales y que, como consumidores, tenemos mucho más poder de lo que creemos: recordad que la compra y el consumo justo y consciente son una de las formas de activismo más poderosas.
Las claves, ya los conocéis: consumid local y de temporada y evitad tanto como podáis las grandes superficies y los productos procesados. Y si compráis alimentos que no son propios de nuestra tierra, intentad escoger los que sean ecológicos y de comercio justo y responsable.
Para más información, consultad el informe completo “The future of food and agriculure“.