Lo necesitamos. “El azúcar es esencial para nuestra salud mental”, dice el nutricionista y fitoterapeuta Marc Vergés. Si comemos alimentos o bebidas con un contenido elevado de azúcar después de una comida rica en fibra, “limitaremos y graduaremos la glucemia, es decir, el azúcar en sangre”.
Así pues, tiene muchos beneficios pero… ¡atención!, hay que calibrar bien su ingesta. “Lo ideal es tomar diariamente el equivalente a uno o dos sobres de azúcar”.
Ahora bien, ¿qué tipo de azúcar es beneficioso? Los nutricionistas cargan contra los azúcares refinados. “Producen picos de insulina, ya que provocan un efecto rebote: el páncreas debe generar mucha insulina de golpe y, cuando el azúcar ya ha desaparecido en la sangre, se activa el cerebro que, a su vez, nos pedirá otra ración de azúcar y, por tanto, entraremos en un círculo cerrado. Justamente por esta razón podemos decir que es adictivo. El páncreas se estresa y, por si fuera poco, crea obesidad”, continúa explicando Marc Vergés.
¿Qué azúcar podemos utilizar para un pastel?
Hay pasteles con ingredientes que ya aportan dulzura natural, como es el caso de la zanahoria, la remolacha, la avena, la polenta. Si no utilizamos estos productos, todas las alternativas naturales a los azúcares refinados son buenas. Tan solo dependerá del gusto de cada uno. “Para un pastel, yo prefiero las melazas o jarabes; para una limonada natural, prefiero la miel o el azúcar integral; para los sofritos de tomate, opto por la zanahoria o la remolacha, cortadas muy finamente”, explica el nutricionista Marc Vergés.
Sin embargo, hay muchas alternativas saludables: el azúcar integral −que no hay que confundir con el azúcar moreno, que es una mezcla de azúcar refinado y melazas o restos de blanqueamiento del integral−; la miel; los jarabes como el de agave −que proviene de un cactus−; la melaza de caña o la interesante Stevia rebaudiana, que sin lugar a dudas “acabará barriendo de la despensa el triste e inútil azúcar refinado”. La estevia es apreciada por los diabéticos y los expertos, porque tiene un poder endulzante muy potente.
Tanto el azúcar integral como la miel, los jarabes, la melaza de caña o la estevia provocan menos picos de azúcar en sangre.