Plato principal | Cristina Padrós
La temporada propia de la escarola es el invierno, aunque hoy día la podemos encontrar en los mercados todo el año. Posee un alto contenido de agua, al rededor del 95% y un bajo contenido energético. Entre las vitaminas que aporta destaquemos les de los grupos A, C, B. Sus hojas contienen un compuesto denominado intibina, que es el responsable de su sabor amargo y de los beneficios digestivos.