Plato principal | Montse Vallory, Jordina Casademunt
Una manera excelente, sabrosa y saludable de comer tofu. Los minerales de las algas y las enzimas del teriyaki favorecen la digestión.
El tofu al estilo japonés no es ni demasiado duro ni demasiado blando, y queda muy bien en esta receta. Eso sí: se debe manipular con cuidado para que no se rompa.
Una vez abierto el paquete, el tofu fresco que no se cocine se debe guardar en la nevera cubierto de agua (recordad que se debe cambiar cada día).
Por los condimentos de la marinada, esta es una receta sabrosa de cariz festivo. Para hacer una presentación más alegre, se puede cortar el tofu a dados, ponerlos en una broqueta y alternar verduras de colores doradas en la sartén. Para los niños, se puede preparar una marinada más suave con salsa de soja, melaza y aceite de oliva.
El tofu crudo es una legumbre cruda. Tiene un efecto muy expansivo y conviene cocinarlo bien para evitar problemas digestivos a la larga. Para hacerlo más digestivo, es mejor hervirlo 5 minutos antes de marinarlo.
El efecto excesivamente refrescante del tofu queda compensado en esta receta por la cocción con jugo de jengibre, salsa de soja y aceite caliente.
El tofu es una buena fuente de proteína vegetal de excelente calidad; de todas maneras, para hacerlo más digestivo, es necesario cocinarlo o macerarlo. Si se toma crudo puede interferir en la absorción de determinados nutrientes, como es el caso del hierro. En esta receta, el vinagre de arroz confiere propiedades remineralizantes al plato, lo que favorece que tengamos un buen pH sanguíneo. Por otro lado, la melaza de arroz proporciona el punto de dulzura que buscamos; al mismo tiempo otorga enzimas que favorecerán la digestión del plato.
Para acompañar el tofu se ha pensado en el tártaro de algas porque, de esta manera, incorporamos una fuente de yodo, que es importante para compensar el hecho de que la soja no fermentada –es el caso del tofu fresco– inhibe su absorción.