¡Ya está aquí! La esperada primavera ha llegado con toda su energía, y nos regala más horas de luz, con cambios de tiempo inesperados, con más terracitas para hacer el “brunch” y, sobretodo, nos da más ganas de estar al aire libre y en contacto con la naturaleza. Es por esto que he pensado que era ya un momento idóneo para enseñaros a preparar un delicioso picnic para comer solos o en compañía en alguna zona verde de la ciudad o del campo.
A mí me encanta la primavera, porque dejamos atrás recetas más calientes elaboradas al fuego para dar la bienvenida a una cocina con alimentos más crudos y llenos de vida.
Seguro que ya sabéis que combinar ingredientes de colores diferentes es muy saludable, porque cada uno de ellos nos aporta unas propiedades, beneficios y antioxidantes diferentes, ¿verdad? Por ejemplo, los alimentos de color rojo, como el pimiento o el tomate, tonifican el corazón, favorecen la circulación y suben el estado de ánimo. Los alimentos de color amarillo y naranja, como las zanahorias, el mango o el maíz, tienen propiedades antioxidantes, anticancerígenas y protegen la piel. Los de color morado, como la col lombarda o los arándanos, van súper bien para la salud de la vista, ya que previenen su deterioro, y también poseen propiedades bactericidas que ayudan a tratar infecciones urinarias. El color verde se encuentra principalmente en plantas y crucíferas, como por ejemplo la rúcula, la alcachofa y el apio, y sus propiedades son básicamente ayudar a depurar el hígado y a tener una buena digestión. Los alimentos de color oscuro como las azukis, los cacahuetes, las semillas de chía, la pimienta negra o el sésamo negro ayudan al buen funcionamiento de los riñones. Por todo ello, hoy os traigo una receta fabulosa y tan llena de color que parece un arco iris.
Mientras pensaba con qué sorprenderos este mes, me he dado cuenta de que casi nunca comemos al aire libre y que tendríamos que potenciar más el ir de picnic. Es un momento precioso, si el tiempo acompaña, claro, porque se puede ir en pareja, con amigos, familia o incluso solo. Es una oportunidad genial para respirar aire puro, para beneficiarse de estar sentado y descalzo encima de césped y plantas, para impregnarse de vitamina D y despejar la mente y olvidarse de los quehaceres diarios. ¡Es mágico!
Además, estos rollitos de primavera SENsacionales están pensados para compartirlos, desde su elaboración hasta el momento de comerlos. Se tarda un poco en prepararlos, ya que hay que cortar varias verduras finas y eso lleva su rato, pero qué mejor que disfrutar de este momento con alguien y así empezar ya a compartir la cena o comida desde el minuto uno.
Respecto a los ingredientes, hoy quiero hablar del tamari. No lo suelo utilizar casi nunca en las recetas que comparto, porque hay personas que no pueden tomar soja, pero hoy he hecho una excepción, ya que queda de fábula en este plato y se puede sustituir con un ingrediente que os contaré. El tamari, por cierto, es la salsa libre de trigo. Es una salsa salada, así que, cuando la utilizamos en nuestras recetas, no hace falta añadir sal a los platos, aunque yo siempre aconsejo probar antes de servir y rectificar si es el caso.
Como decía, si no se puede consumir soja, en el mercado existe una salsa que se llama Coconut Aminos, que es una alternativa a la salsa de soja elaborada con coco. Es también sin gluten, vegana y muy rica en aminoácidos. En este enlace hay más información.
Y ahora sí, a cocinar y, sobretodo, a disfrutar.
La recepta
Ingredientes para 2 personas:
- 1 calabacín ecológico
- 1 pimiento rojo pequeño
- 1 pimiento amarillo pequeño
- 1 pimiento verde pequeño
- 1 aguacate
- 2 zanahorias naranjas
- 2 zanahorias amarillas
- 1 trocito de col lombarda
- 1 manojo de cebollino y/o albahaca
- 6 obleas de arroz
Para la salsa:
- 70 g de cacahuetes sin tostar
- 2 ajos pequeños pelados
- 2 c.p. de jengibre rallado
- 2 c.s. de tamari
- 1 c.s. de aceite de cacahuete o de sésamo
- Agua templada
Para decorar:
- Semillas de sésamo
Preparación:
- Preparar la salsa mezclando todos los ingredientes en un procesador de alimentos o batidora excepto el agua templada. También se puede hacer con un minipimer. El agua se tiene que ir añadiendo poco a poco hasta formar una consistencia un poco líquida, ya que, si después se deja la salsa en reposo, se espesa por si sola gracias a la presencia de los cacahuetes. Guardar en un bol.
- Cortar en juliana toda la verdura, excepto el aguacate, que se corta a láminas finas. Reservar.
- En un cuenco ancho con agua templada/caliente mojar una oblea de arroz hasta que esté blanda. Colocar la oblea encima de una tabla de cortar verduras y poner encima un trapo de cocina de algodón para secarla un poco.
- Rellenar la oblea en el medio con las verduras, el cebollino o la albahaca y el aguacate de manera que quede todo centrado y bien prieto para así poder cerrarla y no se escape nada. Dejar las puntas abiertas para que sobresalgan las verduras y así se vea el arco iris.
- Hacer lo mismo con las otras obleas, una por una.
- Colocar en un plato grande o una tabla de madera. Añadir el sésamo por encima de los rollitos y de la salsa.
- Sentarse en el césped, respirar profundo y disfrutar del entorno y los rollitos.
Nota: Van a sobrar verduras, así que comparto unas ideas para aprovecharlas:
- Hacer más rollitos y más salsa e invitar a más amigos o familiares.
- Guardar en recipiente las verduras sobrantes y aprovecharlas para las próximas recetas, ya sea en ensaladas, arroz con verduras, pizza, etcétera.
- Elaborar el doble de salsa y dipear.
De verdad que estoy convencida que os encantará esta receta, a vosotros y a vuestros acompañantes.
¡Os dejo disfrutar del arco iris y de la primavera!