Me he inspirado en la sopa avgolemono, que significa “huevo-limón” en griego. En esta receta le he añadido una de las plantas aromáticas más utilizadas durante el invierno. El tomillo calma la tos, es protector bronquial y tiene efecto antibiótico y desinfectante. El toque de huevo-limón le da una textura delicadamente sedosa y un toque ácido. Una sopa medicina que huele que alimenta y además sienta de maravilla.
¿Qué son los liliáceas?
Si existen unas verduras universales, sencillas y asequibles, esas son las liliáceas; cebolla, ajo y puerro. No son las hortalizas más espectaculares, pero se merecerían un capítulo aparte.
En esta sopa están presentes de forma discreta; salteadas ligeramente en mantequilla, desprenden su aroma y sabor intenso gracias a la alicina; un aceite etéreo muy rico en azufre, capaz de combatir bacterias y procesos inflamatorios. Propiedades que, sumadas a las del curativo tomillo y del limón, hacen de esta sopa un tónico reconstituyente que nos aportará bienestar y reforzará nuestro sistema inmunitario.
La receta de la sopa avgolemono procede de la cocina judía sefardí, donde originariamente era una salsa llamada agristada, tipo mayonesa de limón.
Es muy sencilla de hacer, pero al añadir el caldo a la mezcla debemos prestar atención para evitar que se cuajen los huevos. El truco es hacerlo con lentitud, mientras batimos constantemente. Yo he puesto las claras batidas al punto de nieve, lo que probablemente le da una textura más esponjosa, pero podéis utilizar directamente los huevos enteros. Y la dosis de limón también puede ser al gusto.
El huevo-limón lo cambia todo
Tengo que decir que agregar avgolemono a la sopa de tomillo lo cambia todo. La cremosidad de los huevos combinada con el sabor cítrico la lleva a otro nivel. Así que, aprovechad cualquier caldo casero que hagáis, batid algunos huevos, añadid un poco de limón y ¡sorprenderos con esta delicia griega de alto valor nutritivo!
Según la medicina ayurveda, el sabor ácido es de fuego y tierra y nos aporta fuerza, estabilidad y coraje. Nos ayuda a despertar el deseo de conseguir nuestros objetivos, ya que enciende la dopamina de la bioquímica orgánica. Cuando descubrimos lo que realmente queremos y nos enfocamos con el corazón, surge la fuerza y se activa nuestra capacidad de autocuración y verdadera transformación.
La receta: Sopa de tomillo, huevos y limón
Ingredientes sopa de tomillo-limón (2 personas)
- 1 litro de caldo vegetal (preferiblemente casero)
- Un par de ramitas de tomillo seco
- 1 hoja de laurel
- 1/2 puerro
- 2 ajos tiernos
- 3 huevos
- El zumo de 2 limones bio
- Rebanadas de pan de calidad finas tostadas (opcional y al gusto)
- 1 c.s. de mantequilla bio
- Sal marina
- Pimienta recién molida
Preparación:
1.- Calentar ligeramente la mantequilla en una olla y pochar el puerro cortado en rodajas finas y los ajos tiernos cortados en tiras. Añadir una pizca sal y pochar ligeramente. Reservar parte de las verduras para decorar.
2.- Añadir el caldo, el laurel y las ramas de tomillo. Cocer unos 10-15 minutos aproximadamente a fuego lento. Apagar el fuego, tapar y dejar infusionar 10 minutos más. Retirar el tomillo, el laurel y triturar (opcional).
3.- En un bol, batir bien las yemas de los huevos y mezclar con el zumo de los limones.
3.- Batir al punto de nieve las claras y mezclar con las yemas y el limón.
4.- Añadir un poco de caldo caliente a los huevos, poco a poco y sin dejar de mezclar, para atemperarlos y que no se cuajen.
5.- Verter la mezcla de los huevos y el limón al resto del caldo y dejar cocinar a fuego lento, sin dejar de mover y hasta que espese ligeramente.
6.- Poner en el fondo del plato una rebanada de pan tostado frotado con ajo y servir encima la sopa bien caliente. Decorar con un poco de tomillo, pimienta recién molida, una rodaja fina de limón y germinados.
Que lo disfrutéis,
¡Mucha salud!