Llamado también topinambur, alcachofa de Jerusalén, castaña de tierra, batata de caña o criadilla de agua, este pequeño tubérculo es un buen amigo de la dieta equilibrada, ya que aporta interesantes beneficios a la salud; a diferencia de otros tubérculos, y al igual que la alcachofa (son de la misma familia) contiene inulina en vez de almidón. Esta fibra soluble, al llegar al intestino grueso, comienza a interactuar con las bacterias benéficas allí presentes, estimula su desarrollo y al mismo tiempo evita la multiplicación de bacterias perjudiciales.
La inulina es un oligosacárido cuya característica principal es que pasa por la boca, el estómago y el intestino delgado sin sufrir apenas modificaciones. Especialmente recomendado además para problemas de fermentaciones u otras enfermedades bacterianas o parásitas, ayuda a bajar los niveles de colesterol, alimenta la flora intestinal (prebiótico), mejora el aprovechamiento de las vitaminas del grupo B, ayuda a equilibrar los niveles de azúcar en sangre y mejora la absorción de calcio magnesio, fósforo… Al potenciar la absorción del calcio, reduce la aparición de osteoporosis, ya que aumenta la densidad mineral del hueso; por ello es especialmente recomendable para niños, adolescentes, embarazadas o personas mayores, ya que ayuda a aumentar el capital cálcico. Por último, y muy importante, al facilitar el tránsito intestinal, resulta muy útil contra el estreñimiento y mejora la calidad de vida de las personas que padecen enfermedades inflamatorias intestinales.
De flores similares a los girasoles en forma y color, el tupinambo recibe su nombre de los tupinambás, tribu del Brasil, y se introdujo en Europa en el siglo XVII; las primeras plantaciones se realizaron en París en 1613 y posteriormente se extendió su cultivo por toda Europa. En esa época se consumía mucho hasta que lo suplantó la popular patata. Es difícil encontrar excusas para no darle una oportunidad a la alcachofa de Jerusalén, ya que se presta a un montón de preparaciones y recetas. Además, ¿sabíais que se puede cultivar en casa? Se puede hacer incluso en macetas y no requiere de casi ningún cuidado. Simplemente hay que mantenerlos bajo tierra hasta el momento en el que se vayan a consumir. Los tupinambos son un tubérculo que ofrece interesantes opciones para aportar nuevos matices a muchos platos, tanto de la cocina tradicional, como más innovadores.
Dip o Dipping Sauce es una salsa para mojar un alimento generalmente más sólido. Quizá el dip más conocido es el de los nachos con guacamole, pero seguro que habéis dipeado también en casa con hummus o cremas de diversas verduras o legumbres. Basta con elaborar una salsa un poco espesa combinando los ingredientes que deseéis y mojar con vegetales, tostaditas, crackers salados… Es una magnífica solución para preparar un tentempié, una comida para un tupper o un pica-pica saludables; muy fáciles de cocinar e ideales además para tener preparados en la nevera. La variedad de dips que se pueden elaborar es tan amplia como los ingredientes que queráis utilizar, desde los más suaves hasta los más picantes. Yo os propongo para “mojar” en esta crema de tupinambo-coco unas delicias picantes de zanahoria, col kale, tupinambo y chirivía, pero podéis hacerlas con las verduras e incluso frutas que tengáis a mano; una alegre, digestiva y estimulante combinación.
La receta
Ingredientes crema:
- Tupinambo
- Crema de leche de coco
Dips de verduras
- Tupinambos
- Zanahorias
- Col kale
- Chirivía
Especies para macerar
- Curry picante
- Ñora picada
- Aceite de oliva primera presión bio
Preparación
- Poner a hervir los tupinambos pelados y troceados cubriéndolos de agua y a fuego lento hasta que estén blanditos (unos 10-15 m). Escurrir y chafar con un tenedor e ir añadiendo la crema de leche de coco hasta ligarla bien; si se desea una crema muy fina, mezclar el tupinambo y la crema con un robot o con un brazo.
- Para las chips, lavar y pelar las verduras con un pelador de patatas o una mandolina, hacer tiras que no sean muy finas para que no se quemen. Extender y hornear las verduras a 170 ºC durante unos 25 minutos sobre una base de papel vegetal y pintadas con la mezcla de aceite y especias (ir controlando para que no se quemen). Colocar encima de un papel absorbente al sacarlas del horno.
Que lo disfrutéis,
¡Mucha salud!