Aún recuerdo la primera vez que nos sentamos juntas en un bar cerca de Arc de Triomf. Han pasado pocos años pero ha sido un tiempo clave en la trayectoria de Núria. Hoy es una voz referente en el mundo de la alimentación saludable.
Su gancho es que sabe cómo ayudar a las personas a seguir un estilo de vida sano. Porque a veces no es suficiente con explicar qué debes comer sino que debes acompañar a la persona en este proceso, con todo lo que eso significa. La formación como coach nutricional le ha dado herramientas que actualmente aplica en su consulta privada y, ahora también, en un nuevo curso grupal que organizamos a partir de este mes de enero.
¿Qué es ser coach nutricional, Núria?
Es dar herramientas y guiar a las personas para hacer cambios de alimentación y estilo de vida con el objetivo de lograr su mejor versión.
¿Qué diferencia hay con una nutricionista, exactamente?
Para que se entienda, podríamos decir que los nutricionistas plantean dietas y piensan en micronutrientes o macronutrientes. Un coach da herramientas para que la persona se conozca y experimente con recetas, mire como se encuentra, haga un proceso personal a partir de la alimentación, etc. Yo soy coach de salud y trabajo la persona de forma global: cuerpo, emociones, espiritualidad, mente, ejercicio físico, relaciones personales, si su trabajo la hace feliz o no… El objetivo es que la persona logre el estilo de vida que la haga estar saludable. En las sesiones de coaching nutricional, la alimentación es un punto de partida para llegar a otros aspectos.
Acabas de publicar Detox Sen, tu primer libro. ¿Va en esta dirección?
El libro es mi filosofía de estilo de vida y alimentación; doy pautas de rutinas diarias, no solo de alimentación, y otras herramientas de coaching para implementar cambios y ayudar a hacer que la gente se inspire.
¿Hay recetas, también?
Hay un menú desintoxicante de siete días que incluye todas las comidas. Y de cada plato del menú hay la foto y la receta correspondiente.
¿Es un libro vegano?
Las recetas sí, porque son depurativas. Es un menú para eliminar toxinas: vegano, sin gluten, sin lácteos, sin procesados refinados ni azúcares.
¿Podríamos hacer este menú todo el año?
No. Sería incompleto. Piensa que no hay cereales ni legumbres. Hay jugos, batidos, ensaladas divertidas, pero no es un detox 100%. Por la noche hay cremas de verduras, germinados, semillas, etc.
¿Qué es el diario de intenciones que incluyes en el libro?
Está pensado para que la persona haga cambios, los apunte y se dé cuenta de que no implementa algunos cambios porque detrás hay bloqueos emocionales que no la dejan avanzar. Quiere ayudar a la gente a tomar conciencia de lo que puede estar fallando en su vida y que tenga herramientas para empezar a desencallarlo.
¿Me puedes contar alguna rutina saludable que recomiendes en el libro?
Para mí es muy importante cómo empezamos el día: con el agradecimiento, con visualizaciones, respirando, limpiando la lengua. Los hábitos matinales marcan a menudo el resto del día.
No es suficiente con el agua con limón, ¿no?
¡No! Te puedes tomar el agua con limón mirando el ordenador. La idea es: visualiza y proyecta cómo será el día. Empieza creando el día intencionadamente, piensa cómo quieres que vaya, cada mañana. Y sobre todo, la gente, cuando le hablas de hacer estiramientos, de respirar, de visualizar dice: “¡Uf! ¡Cuántas cosas hay que hacer por la mañana! No es preciso hacerlas todas sino centrarse en la actitud con la que se hacen.
El libro es completísimo. Está todo, Núria. Casi trescientas páginas llenas de contenido. Es tu biblia, ¿verdad?
¡Sí! No me quería dejar nada. Explico cómo ahorrar tiempo en la cocina y en la compra y cuáles son los básicos en una despensa saludable una vez acabado el detox del libro. Es muy importante el diario de alimentos, porque ayuda a aprender a escuchar el cuerpo antes y después de cada comida.
A partir del mes de enero, montamos juntas el primer curso grupal para poner a la práctica todo lo que aparece en el libro, en el que tendrás los alumnos enfrente; no será una clase de formación al uso…
No. Las sesiones grupales de coaching van más allá. Se crea un clima en el que todos compartimos conocimientos, experiencias, emociones. Es un espacio de encuentro con el interés por la alimentación y la salud como punto común, y en el que cada uno, desde dónde cree y puede, da y recibe.
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Fotografías: Sergi Garnica