Marta es una mujer energética, transmite calidez, buenas vibraciones y vitalidad. Su trabajo como actriz la mantiene ocupada entre los escenarios teatrales, los ensayos y otros proyectos que está gestando. Nos recibe unas horas antes de una actuación, en los jardines de la Biblioteca de Catalunya.
¿Cuándo entraste en el mundo de la alimentación saludable?
Viví casi ocho años con Xavier Sabata, reconocido contratenor internacional y gran amigo y Judit Farrés, actriz, música y gran amiga. Eran los años en el Instituto del Teatro y con ellos empecé a interesarme por la alimentación saludable y los buenos hábitos. Teníamos veinte años, pero ya procurábamos comer sano. No es preciso empezarse a cuidar cuando ya eres mayor, cuanto antes aprendas a comer bien, todo eso que tendrás ganado.
¡Claro!
Y en todo este descubrimiento de la cocina saludable y de buenos hábitos también ayudó la amistad con Daniele Rossi, propietario del entonces llamado Sésamo, restaurante vegetariano pionero a Barcelona del movimiento Slow Food Catalunya. Así que las “malas amistades” me despertaron el interés por la cocina y la alimentación saludable. [Ríe.]
“Como poca carne y como yo digo –en broma– a veces soy un poco conejo, porque me encantan los vegetales y veo que me sientan bien”
¿“Malas amistades"? En todo caso, ¡"buenas amistades"!
Sí, la verdad es que he tenido mucha suerte de saberme rodear de gente interesante. Y en el mundo del teatro, las artes escénicas y la televisión, más o menos todo el mundo se cuida para intentar seguir el ritmo. Es una profesión que te pide mucha forma física y necesitas estar preparado para aguantar horas de ensayos, tensiones corporales, nervios; el cuerpo debe responder.
¿Qué cambios alimentarios has hecho a lo largo de estos años?
Básicamente he procurado comer verdura y fruta cada día, y en gran cantidad. Eso es básico y lo hago desde los veinte años. También he dejado los refinados (azúcar blanco, harina blanca) y consumo productos integrales. El último punto es intentar no comer demasiado carne roja.
¿Qué te gusta prepararte para desayunar?
El momento del desayuno es el que más me gusta del día. Me suelo preparar un café con leche de avena y cocino cereales. Previamente, tomo fruta.
¿Qué cereales te preparas?
Compro quinoa y avena y me preparo una especie de porridge con leche vegetal. Primero lo hiervo todo y después lo mezclo con la leche vegetal. ¡Es nutritivo y está muy rico!
¿También bebes té en algún momento del día?
A primera hora necesito un café y es el único del día que tomo. Después intento hacer infusiones sin cafeína, porque me cuesta beber agua a secas. Eso sí, cuando hago teatro –entre función y ensayos– bebo mucha.
“Las bollerías industriales y los fritos, prohibidos”
¿Qué has eliminado de la dieta?
Las bollerías industriales y los fritos; prohibidos. Además, en casa somos más de miel que de azúcar. Y si tiene que haber azúcar, por lo menos que sea moreno.
¿Sigues alguna corriente alimentaria (vegetarianismo, dieta macrobiótica, dieta antioxidante) o combinas diferentes tendencias en épocas diferentes?
No sigo ninguna dieta al pie de la letra; intento equilibrar vegetales, proteínas y hidratos. Pero verdaderamente como poca carne y como yo digo –en broma– ¡a veces soy un poco conejo! Me encantan los vegetales y veo que me sientan bien. Como muchas ensaladas, mucha verdura y fruta entre horas. Son vitaminas y minerales que van directos a la sangre.
¿Qué te gusta cocinar?
Últimamente, desde que fui madre, me he decantado más por los dulces y los pastel hechos en casa. Porque me encanta el dulce y a mi hijo también. Y, la verdad, prefiero hacerle yo los pasteles utilizando harinas integrales y pocas grasas.
¡Cuenta!
Aprovecho la fruta que se está poniendo madura y cocino con productos que conozco de locales de confianza y sin mantequillas ni azúcar blanco. Pongo azúcar moreno o miel, cacao en polvo, harina de algarroba, canela…
Preparas zumos de fruta natural a tu hijo, también?
¡Sí! En invierno me gusta preparar de naranja para toda la familia. Pero cuando es primavera, verano u otoño pongo las frutas de temporada. Es una buena manera de acostumbrar a los niños a comer fruta.
¿Y come pescado tu hijo?
Para cenar, uno de los clásicos es ensalada ligerita y pescado a la plancha; o sopa con pescado. Y sí le gusta, ¡sí! [Ríe.] Para comer, como va a la guardería se lleva la comida de casa. Le preparamos arroz o verdura combinada con un poco de proteína animal o vegetal (tofu, seitán). Ahora, como vivimos en el Montseny, y la carne de allí es buena, ecológica y de mucha calidad, también comemos de vez en cuando.
¿Cuál es tu hobby antiestrés?
Hace muchos años que salgo a correr y es mi mejor antiestrés. Me ayuda a respirar para estar en el escenario, me ayuda a repasar mentalmente el texto y a disfrutar del Montseny. ¡Incluso llego a encontrar alguna seta! Cada día salgo a correr tres cuartos de hora y vuelvo renovada para trabajar. Otro momento antiestrés es el fin de semana. Si entre semana me cuido mucho, el fin de semana me permito algún pequeño capricho, como una copilla de vino, o probar los pasteles de mi hijo. Durante la semana no peco, pero el fin de semana pienso que hay que regalar pequeños placeres al cuerpo, y a mí me encanta la comida. El secreto es hacer que los extras sean para momentos de celebración.
