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Evolución del feto por semanas

Evolución del feto

El pequeño embrión, que en estos momentos se parece más a un renacuajo que no a un ser humano, tiene el tamaño aproximado de la semilla de una naranja y, aunque parezca imposible, el corazón ya empieza a tomar forma. El aparato circulatorio, incluyendo el corazón –formado por dos canales diminutos llamados tubos cardíacos¬– es el primer sistema del organismo que entrará en funcionamiento. De hecho, ya se puede oir el latido en una ecografía, y va mucho más rápido que el de la madre.

El tubo neuronal, por el momento, aún está abierto y se cerrará la próxima semana.

Fuente: “Qué se puede esperar cuando se está esperando”. Heidi Murkoff.

Alimentación de la madre

Nos encontramos aún en un momento muy incipiente del embarazo y, aunque la madre quizá no note nada, el feto se está desarrollando a un ritmo frenético. Eso significa que debemos aportarle todos los nutrientes que necesita y específicamente los que requiere durante la etapa de gestación en la que se encuentra.

¿Qué necesitamos para que el corazón se pueda formar correctamente? Pues además de hierro, proteínas, vitaminas y hidratos de carbono, no nos podemos olvidar del calcio, elemento vital para el desarrollo de los músculos, los nervios, la coagulación de la sangre, la actividad enzimática y el corazón. Si la madre no toma bastantes alimentos ricos en calcio –unas 4 raciones diarias– no solo saldrá perdiendo el bebé, sino que él mismo robará el calcio que necesita de los huesos de la madre, lo que puede generar osteoporosis en un futuro próximo.

Según la nutricionista Montse Bradford, si preferimos evitar los lácteos, podemos lograr el calcio consumiendo:

  • Algas
  • Verduras verdes y de hoja frondosa, poco cocidas
  • Semillas y mantequilla de sésamo (tahina)
  • Frutos secos, especialmente nueces y almendras
  • Legumbres, sobre todo garbanzos
  • Pescado

Atención: La información ofrecida en esta sección es genérica -tanto en cuanto a la evolución del feto, como la alimentación de la madre y en la complementación nutricional. Para tener un asesoramiento directo, se recomienda consultar el ginecólogo o un nutricionista especializado.