Evolución del feto
Esta semana todo parece que continúe igual porque, de hecho, aún no hay bebé. Ahora bien, el cuerpo de la mujer se está preparando sin descanso para ovular. Eso significa que el tejido uterino está engrosando y que los folículos ováricos están madurando, unos más rápido que otros, hasta que uno se convertirá en el dominante y será el que ovulará. Dentro del folículo dominante hay el esperado óvulo, que, en seguida, bajará hasta las trompas de Falopio en busca de un espermatozoide.
Alimentación de la madre
Es importante que la madre tenga una buena fortaleza energética de los riñones, cuya función es limpiar la sangre y la linfa del organismo, para ayudar a eliminar toxinas. También se encargan de regular el nivel de minerales y de controlar el equilibrio ácido-base del organismo. Finalmente, tenerlos fuertes favorece una buena energía reproductiva, que ayudará a que el espermatozoide llegue a su destino con éxito. Por otro lado, tener en forma los riñones favorece una buena salud de los huesos y una buena energía general de todo el organismo.
- Si es verano: Normalmente estamos más relajados, pero debemos procurar no comer mal. Evitar fritos y no abusar de carnes, azúcares y helados. Debemos comer saludable como siempre y evitar los alimentos que acidifican el organismo. Podemos aportar un plus de minerales haciendo batidos de hortalizas, ensaladas con algas y germinados.
- Si es invierno: Es importante controlar el estrés de la vida moderna. Para compensarlo hay que aportar en cada comida una buena cantidad de alimentos ricos en minerales, como por ejemplo las algas, verduras del mar con un contenido muy elevado en minerales que ayudan a limpiar la sangre y que tienen un efecto alcalinizante. Un aporte óptimo de minerales no solo nos ayudará a lograr un buen pH sanguíneo, sino también un buen equilibrio del sistema nervioso y un buen sistema inmunitario.
Atención: La información ofrecida en esta sección es genérica -tanto en cuanto a la evolución del feto, como la alimentación de la madre y en la complementación nutricional. Para tener un asesoramiento directo, se recomienda consultar el ginecólogo o un nutricionista especializado.