La lactosa en un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y sus derivados y el cuerpo necesita una enzima llamada lactasa para digerirla. La intolerancia a la lactosa se manifiesta cuando hay un déficit en la cantidad de lactasa a nivel del intestino delgado.
Los síntomas son malestar general, náuseas, diarrea, flatulencias, gases o espasmos.