Los ácidos del estómago suben, a través de la válvula cardias, queman el esófago y generan mucosidad en el cuello cada mañana cuando nos levantamos. Eso las hace ir corriendo al médico de confianza para que apague el fuego y salen con un “medicamento antiácido”. ¿Se ha acabado el problema?
Llegados a este punto tenemos dos preguntas importantes:
1- ¿Son medicamentos seguros?
2- ¿Habéis pensado qué podéis hacer para eliminar el ardor y poder dejar todos estos medicamentos?
Los medicamentos antiácidos reducen el ácido clorhídrico de dentro del estómago y mejoran el ardor rápidamente. Este ácido es indispensable para poder fabricar una proteína llamada factor intrínseco que sirve para enlazarse con la vitamina B12 y facilitar la absorción en el íleon, en el intestino. Además, la vitamina B12 no se puede absorber sin el factor intrínseco; y no tenemos factor intrínseco sin el ácido del estómago.
Así pues, todo el mundo que ha tomado la decisión de ingerir estos medicamentos durante temporadas largas experimentará un déficit de vitamina B12 pero también una mala absorción del hierro, cinc, calcio, proteínas, vitamina D, A, E, K, omega-3 y todas sus graves consecuencias.
Muy bien, de acuerdo. Dejo el medicamento. ¿Cómo debemos resolver el ardor de estómago que tanto nos preocupa?
El origen del ardor de estómago puede ser por exceso de ácido o por falta de ácido en el estómago. Sí, sí, lo habéis leído bien: la falta de ácido también provoca sensación de reflujo y ardor.
- Si es por exceso de ácido clorhídrico en el estómago, la gente experimenta que después de comer mejora mucho y, de hecho, necesita comer a menudo para sentirse bien. Es poco frecuente que el ardor sea por exceso de ácido y, en estos casos, es importante ir al médico para que haga pruebas para valorar si hay gastritis (por estrés, alcohol o intolerancias) o por una bacteria llamada Helicobacter pyloris. Adecuaremos el tratamiento según los resultados de las pruebas.
De una forma u otra, el origen del ardor y el reflujo es, la mayoría de veces, por falta de ácido en el estómago. La mayoría.
- En tal caso, las personas, cuando terminan de comer, se sienten hinchadas y tienen digestiones lentas. Por la mañana se levantan bien, pero a medida que pasa el día se van hinchando y el ardor y los gases empeoran. Las que tienen falta de ácido no mejoran comiendo, al contrario.
El ácido clorhídrico del estómago en condiciones normales debería tener un pH de 1-3, muy ácido. Resulta paradójico que se receten medicamentos antiácidos para aligerar el ardor que empeoran aún más el origen del problema: la falta de ácido en el estómago.
Si os han dicho que tenéis fibromialgia y tomáis Omeprazol deberíais recapacitar y resolver el problema.
El tratamiento que debemos seguir para aumentar la acidez del estómago es el siguiente:
- Evitar fruta de postre. Solo la recomendaremos entre comidas o un poco antes de empezar.
- Evitar beber mucha agua mientras comemos o hacer infusiones después. Me hace gracia cuando la gente me dice: “Xevi, he comido una ensalada, un trocito de merluza y una infusión de manzanilla y estoy muy hinchado”. “De manzanilla”, repiten”. “¡Ja, ja, ja!”, digo, “una infusión de postre?”
- Evitar el gluten de forma estricta es muy importante. Las proteínas del trigo, cebada, espelta, malta, avena y centeno (con gluten) reducen la capacidad del estómago de fabricar su propio ácido, aunque sean integrales. La cerveza es un problema doble, por la cebada y por el alcohol, aunque lleve mucha vitamina B12.
- Hacer tres comidas principales al día, no cinco. Si tenemos que picar, mejor frutos secos que fruta fresca.
Estas cuatro recomendaciones pueden ser suficientes para retirar el medicamento y resolver el problema, pero aún podemos ayudar más al estómago para hacerlo más ácido hasta lograr el pH normal de 1-3.
Recomiendo, antes y durante cada comida:
Un pequeño vaso de agua, zumo de medio limón, 1 cucharadita pequeña de polvo de jengibre (si se tiene la presión arterial muy baja, no se debe abusar del limón y es mejor poner solo el jengibre).
Infusión de regaliz, hinojo, genciana y salvia entre comidas, nunca de postre.
Suplementar con una o dos cápsulas de betaína y pepsina, que venden en herbolarios y farmacias, en cada comida, siguiendo las indicaciones de un profesional especializado.
La falta de ácido en el estómago no nos puede matar, solo nos puede amargar la vida.
¡Salud!