Las comilonas de fin de año generan pánico entre quienes se cuidan. Es difícil no sucumbir a las tentaciones de la mesa; tanto, que es casi misión imposible no acabar el año con un par de kilos de más.

Hoy me gustaría proponer cinco consejos muy prácticos para que durante estas navidades evitéis engordar y sentir la típica pesadez digestiva de principio de año.

Estas fiestas, ¡no quiero engordar! Evitar los atracones navideños

1. Adelantarse a la repartición de tareas culinarias

A las comidas de fin de año casi siempre toca llevar algo para compartir en la mesa. Si lo que más os pueden son los aperitivos, ocuparos vosotros mismos de ofrecer alguna receta sana, que os ayude a manteneros en forma mientras disfrutáis comiendo.

Que los primeros bocados sean saludables es una manera de comenzar con el pie derecho la comilona e invita a continuar el encuentro de la misma manera. Además, es algo que todo el mundo agradece: que haya opciones diferentes y ligeras, que permitan no encontrarse fatal al día siguiente.

Nuestra colaboradora María Llamas propone estas deliciosas recetas de aperitivos a base de vegetales, y a la vez muy fáciles y festivas.

Si, en cambio, vuestra perdición son los postres, pues lo mismo: elaborad alguno con ingredientes de calidad: escoged bien las harinas, endulzad con alimentos (plátano, manzana, canela o vainilla) y utilizad grasas sanas, como el aceite virgen de oliva o de coco, que toleran bien el calor si el postre va al horno. No tengáis dudas: es muy diferente el efecto de un postre con ingredientes cuidados de otro ultraprocesado.

Si necesitáis ideas dulces festivas y sanas, aquí os dejo algunas de nuestra colaboradora Consol Rodríguez, que me encantan:

2. Servirse todo lo que se vaya a comer y luego sentarse a disfrutar

Esta es una manera muy sencilla de no perder la cuenta de lo que se come. Y es tan simple como coger un plato y servirse todo lo que se decida tomar como aperitivo y luego sentarse a disfrutar. Lo mismo se puede hacer con el postre, dulces o turrones.

Cuando hay varias opciones y todo es rico, es muy fácil perder el control de lo que se va comiendo y picando, y lo más probable es que nos pasemos.

3. No compensar errores

Ni antes ni después. Llegad a la fiesta habiendo comido normalmente y luego volved a vuestra rutina de alimentación.

Si se comete algún “desliz”, es muy común castigarse para compensar la mala acción. Esto nos lleva a comer sin medida, porque “luego ya me desintoxicaré saltándome comidas o con algún producto mágico”. De hecho, no es casual que tras las navidades haya una fiebre de depuración, pues más de uno se siente con la necesidad de revertir los errores cometidos.

El gran problema de esto es que, además de vincularnos con la comida de una manera poco saludable, hacemos un cálculo matemático que probablemente esté mal hecho, ya que resulta en un saldo que difícilmente sea favorable en términos de peso y de salud.

4. Poner una buena ración de proteína en el plato principal

La proteína sacia más que los hidratos de carbono y, además, es menos calórica. Esto, en las comilonas de fin de año es especialmente interesante si nos cuidamos.

Pero no cualquier alimento proteico vale. Escoged los que son saludables y que podéis acompañar con verduras. Lo ideal es potenciar los alimentos del mar o carnes de animales que han pastado, y dejar de lado los embutidos comunes, que suelen acompañarse de pan y que no interesan en absoluto para la salud.

Controlad igualmente las salsas con las que acompañáis pescado, ave o carne: evitad las que no sabéis qué contienen y elaborad vosotros mismos un aderezo con ingredientes que controléis. Las mayonesas, tucos y salsas blancas caseras son siempre las mejores.

5. No sumar calorías vacías con la bebida

He aquí un tema delicado. La realidad es que en el mundo de las bebidas hay poca cosa interesante.

Mi consejo es que, para empezar, os olvidéis de los refrescos, que solo aportan calorías vacías, pero también de las bebidas light, que, además de dañar la salud, engañan al cerebro, y le hacen creer que estáis consumiendo calorías que luego os exigirá en forma de postres (sí, así de tirana puede ser nuestra cabeza).

En cambio, vale la pena hacer el esfuerzo de beber agua o agua con gas durante la comida y luego premiaros con una copa de cava o bebida favorita para el brindis, que podréis disfrutar sin culpas, pues ya lo habréis hecho genial durante todo el encuentro.

 

Y, sobre todo, buscad la manera de disfrutar, dando placer a los sentidos y tranquilidad a la conciencia. Si os cuidáis o estáis intentando quitaros algunos kilos de encima, difícilmente disfrutéis con un atracón.

Si basáis el banquete en comida real, si controláis los ingredientes de vuestras preparaciones, quizás os paséis un poco, pero seguramente no será tanto, y os evitaréis la resaca digestiva y los remordimientos del día siguiente.

Apostad por unas fiestas que os permitan comenzar un nuevo año con buen pie, como os merecéis.

Pilar Rodrigáñez

Dietista especializada en pérdida de peso, metabolismo y salud femenina

    @pilarrodriganez
Pilar Rodrigáñez

Pide cita con Pilar Rodrigáñez en La Consulta
936 338 063 Correo electrónico