Lo bueno de esta receta es que se prepara de forma muy sencilla, sin necesidad de ningún utensilio especial y solo en algunos minutos. Se puede guardar en la nevera entre tres y cinco días, y tomar cuando apetezca: al volver del trabajo, de pasear, de la playa, de hacer deporte. De hecho, los plátanos son ideales cuando se hace más deporte, ya que contienen azúcares naturales fáciles de asimilar que ayudan a reponer energías, aparte de electrolitos naturales y una aportación de potasio para evitar rampas o espasmos musculares; también ayudan a regular la presión arterial.
Y no solo eso, en caso de situaciones de tensión o de estrés o un poco de neurastenia, el plátano puede ayudar ya que tiene un suave efecto antidepresivo, gracias a su triptófano, un aminoácido que el cuerpo transforma en serotonina —la hormona de la felicidad— y que ayuda a mejorar el estado de ánimo, a relajar y a sentirse más en armonía y feliz.
Además, los plátanos son ricos en vitaminas del complejo B (B1 o tiamina, B2 o riboflavina B3 o niacina, B6 o piridoxina, B9 o ácido fólico), fantásticas para la salud del sistema nervioso y para la salud cardiovascular.
Este pudin, sin embargo, no es solo un capricho para el paladar, sino un regalo de salud para el cerebro, gracias a sus grasas saludables y al potasio del plátano, otro agente antioxidante y antienvejecimiento que ayuda a combatir el mal oxidativo, que, si no controlamos, puede dañar la salud cerebral.
El plátano también tiene bastante hierro; así que, ojo: este alimento tan sencillo y delicioso nos puede ayudar a producir hemoglobina y ayudar en casos de anemia.
Aunque estas preparaciones tienen un sabor dulce y una textura muy indulgente, son muy conscientes y saludables. ¡Estamos de suerte! Además, contienen muy pocos ingredientes, así que sientan muy bien.
El elemento que da dulzura es la fruta, no hace falta nada más. Usad plátanos muy maduros; eso es importante, ya que la fruta no madura contiene bastante almidón que el trato digestivo es incapaz de digerir y que acaba teniendo un efecto tóxico. Dejad que salgan manchas a la piel de los plátanos, y que estén blandos por fuera y melosos por dentro. De hecho, cuando están al punto suelen estar de oferta en las tiendas, porque a los clientes no les gusta la fruta con manchas. ¿Qué incongruencia, no, descartar la fruta en el punto óptimo de maduración y cuando es más nutritiva solo por qué tiene manchas por fuera? De hecho, es la mejor que nos podemos poner en el plato.
Es cierto que cuando la compramos tan madura, la fruta dura pocos días y empieza a fermentar o a echarse a perder. Pero con dulces como este tendréis un plan B para conservarla, porque una vez mezclada con los otros ingredientes, que tienen propiedades muy antioxidantes, durarán algunos días más en la nevera.
A parte de ofrecer una protección extra antioxidante a los plátanos, el aceite de coco evita los picos de insulina. Eso es ideal para mantener los niveles de azúcares estables en sangre y no hacer trabajar el páncreas más de la cuenta; aparte de favorecer también el sistema inmunitario.
Si no tomáis cacao, podéis substituirlo por algarroba en polvo. El pudin choconanas será más dulce, pero igualmente delicioso. Cuando no sea temporada de cerezas, podéis decorar con alguna otra fruta dulce o neutra entera o cortada a daditos: brevas, higos frescos, mangos muy maduros, uvas…
La receta
Ingredientes
Para 3 pudins
Para el pudin
- 1 plátano muy maduro
- 2 C de aceite de coco en estado líquido
- 2 C de cacao puro crudo en polvo
- 6 cerezas, deshuesadas y troceadas
- 1 pellizco de sal (opcional)
Para decorar
- Cerezas o fruta dulce al gusto
- Chips de coco crudos bañados en azúcar de coco
Método de preparación
- Con un tenedor, chafar el plátano y mezclar muy bien con el resto de ingredientes para elaborar el pudin has obtener una papilla gruesa.
- Poner esta mezcla en vasitos desmoldables.
- Refrigerar durante media hora y desmoldar sobre el plato a la hora servir.
- Decorar con cerezas —mejor sin hueso— u otra fruta dulce y chips de coco.
Bon appétit!