Es tan bonito y poderoso que cuando lo veo en la tienda a menudo me provoca una sonrisa mientras lo pongo en la cesta. Poderoso por muchos motivos… y en casa siempre tengo. El pomelo tiene pocos hidratos de carbono, muchos antioxidantes, minerales y vitaminas, sobre todo vitamina A y C; es diurética y ayuda a desintoxicar el hígado y también a laxar, especialmente si lo tomamos en ayuno por la mañana. De aquí viene su buena reputación para las dietas desintoxicantes, de adelgazamiento y para el estreñimiento.
El pomelo es un gran representante de los alimentos que tienen una influencia positiva para la salud y para prevenir muchas enfermedades. Pero también interacciona con muchos medicamentos, lo que debemos tener en cuenta si no queremos tener un gran disgusto.
¿Sabíais que provoca la acumulación tóxica dentro del cuerpo de fármacos que tomamos de forma habitual? ¿Sabíais que puede hacer que el tamoxifeno, medicamento recetado para el cáncer de mama, no sirva absolutamente para nada y que, consecuentemente, aumenten las recaídas a pesar de tomar todas las dosis de forma correcta?
Veamos como lo hace y por qué es tan potente
El pomelo actúa frenando o bloqueando unas enzimas llamadas CYP 3ª (CYP 3A4 en el hígado, y CYP 3A5 en el intestino), que desintoxican el 50% de los medicamentos que tomamos habitualmente.
Los medicamentos más habituales que competen con el pomelo por la misma enzima (CYP 3A4/5) son estatinas (para el colesterol) , antihistamínicos (para las alergias), miconazol (para los hongos), antihipertensivos (para la presión arterial alta), benzodiazepinas (para la ansiedad y el insomnio), bloqueadores de los canales de calcio (para la hipertensión, arritmias o angina de pecho), amitriptilina (para las jaquecas, cefalea tensional, depresión, ansiedad, insomnio, fibromialgia) o tamoxifeno (cáncer de mama).
Tomar al mismo tiempo pomelo y estos medicamentos, que se metabolizan todos por la misma CYP 3A4/5, hace que los medicamentos se eliminen peor y que tengan una vida activa en sangre más larga. La consecuencia es que la concentración de medicamento que tendremos en el cuerpo es más elevada de lo que sería normal; por lo tanto, aumenta la toxicidad o las posibilidades de efectos tóxicos por sobredosis. Para evitarlo, deberíamos dejar de comer pomelo o bien, tomarlo cinco horas después del medicamento, por ejemplo.
Parece que el responsable de esta interacción es un flavonoide (antioxidante) del pomelo llamado naringenina y naringina, que le confiere su gusto amargo característico.
Hace poco, se ha comprobado que el pomelo tiene otro componente químico que encontramos también en otros alimentos llamado furanocumarina, que también puede ser el responsable de la interacción con los medicamentos que se eliminan por las enzimas del CYP 3A4/5, ya que también los inhibe.
El pomelo y también las umbelíferas (perejil, zanahorias, apio, judías, eneldo, chirivía) son muy ricas en furanocumarinas, que frenan la eliminación de algunos medicamentos y aumentan su vida activa dentro del organismo.
¿Os imagináis el efecto tóxico de un antihistamínico, que provoca taquicardias y entumecimiento mental, si lo mezclamos con una ensalada de pomelo, apio, perejil, chirivía y zanahoria? ¿O el atontamiento por la sobredosis de un ansiolítico si lo acompañamos con un zumo de pomelo por la mañana? ¿O el efecto aumentado de la amitriptilina, que provoca náuseas, estreñimiento e intenciones suicidas, al mezclarlo con un buen plato de judías, zanahoria, chirivía y un pomelo de postres?
El impacto de esta interacción es especialmente vital para las mujeres con cáncer de mama tratadas con tamoxifeno, que es un profármaco poco activo por sí solo y es cien veces menos potente que su metabolito.
En el proceso de desintoxicación por las enzimas CYP 3A4/5 (hígado e intestino) y CYP2D6 (hígado), se obtienen sus metabolitos verdaderamente activos (endoxifeno) con potentes efectos anticancerígenos. Sin embargo, ¿qué pasa si se bloquea el CYP 3A4/5 con el pomelo y las verduras ricas en furanocumarinas? Aunque estas mujeres tomen el tamoxifeno, el efecto deseado puede ser decepcionante y finalmente desesperante… por un error terapéutico.
Estadísticamente, las mujeres sin polimorfismos genéticos en estos genes que han sido tratadas con el tamoxifeno tienen un 3% de recaídas. Es, por lo tanto, un tratamiento muy efectivo. Pero cuando el tamoxifeno no se puede metabolizar, ya sea por polimorfismos o bien por el consumo habitual de alimentos que bloquean estas enzimas, las recaídas son del 40%: un desastre con efectos devastadores.
Es indispensable hacer un estudio genético de estos polimorfismos antes de decidir si se debe tomar tamoxifeno o no como opción terapéutica; y también el riesgo de consumir pomelo, especialmente, y también verduras umbelíferas si se trata el cáncer de mama con este medicamento.
El pomelo… bueno, bonito y poderoso por muchos motivos. Me despido con una sonrisa recomendándola firmemente a quien no se medique.