En muchas localidades del Mediterráneo se celebran muchas fiestas con roscones, una especie de pan dulce con forma de anillo gigante que puede ir relleno de mazapán y decorado con azúcar y frutas confitadas. Sus versiones más contemporáneas incorporan natas y cremas pasteleras o de chocolate trufado en el relleno y decoraciones de nata, crema, chocolate con frutas confitadas, almendras troceadas, almíbar o azúcar blanco en el exterior.
Se piensa que este tipo de dulce tiene su origen en tradiciones paganas que datan de la antigua Roma, pero hoy en día, los roscones están generalmente asociados con celebraciones de tradición cristiana de carácter popular, como el día de Reyes.
Sea como sea, pagano o cristiano, a todos nos gusta disfrutar de un dulce en buena compañía. Pero si aparte de buena compañía podemos tener un buen dulce, aún mejor, ¿verdad?
Por eso te propongo una receta para que prepares en casa un buen roscón de Reyes que estará hecho en 10 minutos sin necesidad de cocción de ningún tipo, sin cereales, sin gluten, sin frutos secos y sin azúcares ni refinados y con ingredientes deliciosos que nos nutrirán y que cuidarán de nuestra salud. ¿No te lo crees? Pues solo tienes que ver la lista de ingredientes que necesitarás para prepararlo.
Es una propuesta muy energética que, si quieres, puedes transformar en trufas o en barritas energéticas de fruta para que las lleves encima y comas algo a media mañana, a la hora de la merienda o después de practicar deporte. Para ocasiones especiales, en forma de roscón o de tartaletas de fruta, será un éxito asegurado.
Los dátiles y las pasas, los protagonistas de la masa, no solo están deliciosos y aportan la textura necesaria para dar forma a este roscón diferente, sino que nos ayudarán a mejorar la salud a diferentes niveles. Contienen fibra soluble y potasio que, si se consumen en pequeñas dosis habitualmente, nos ayudarán a combatir el estreñimiento, a equilibrar el tránsito intestinal y a reforzar nuestra salud digestiva. Su contenido en hierro nos ayudará a combatir la anemia y los hacen muy recomendables en etapas de crecimiento −infancia, adolescencia, embarazo−. Contienen magnesio, manganeso y selenio, minerales que se consideran clave para combatir el cáncer, reforzar el sistema inmunitario y la calidad de la sangre, y mantener los huesos fuertes y saludables. El potasio que contienen también contribuye a mantener la salud cardiovascular y reducir las posibilidades de enfermedades cardíacas y, incluso, puede ayudarnos a reducir el colesterol malo (LDL). Eso sí, tienen un índice glicémico alto, sobre todo los dátiles, por lo que convendría no comer un dulce como este a primera hora, sino siempre más allá de media mañana, ni tampoco tarde por la noche.
Para esta receta yo he usado pasas blancas y pasas sultanas bañadas en zumo de granada, combinación interesante que mezcla el dulce de las frutas deshidratadas con el ácido de la granada pero que también nos aporta los beneficios antioxidantes, antiinflamatorios, anticáncer, vitamínicos y minerales del zumo de granada. También puedes utilizar las pasas sultanas comunes, si no llegas a tiempo de encargar las pasas bañadas en zumo de granada, aunque estas te las recomiendo de verdad, ya no solo por sus excelentes propiedades, sino por su sabor incomparable.
La canela y el jengibre en esta receta acompañan la fibra de la fruta con sus propiedades digestivas y sus poderes antifúngicos y antibacterianos, pero también son ingredientes termogénicos que nos ayudarán a generar calor de manera natural, favorecerán la salud pulmonar y ayudarán a eliminar gases.
Para decorar, en lugar de fruta confitada y azúcares refinados poco saludables, utilizaremos un poco de fruta fresca ácida y leche de coco en polvo. Aunque la fruta ácida no combina tan bien con la dulce a la hora de de hacer una digestión óptima, cuando las mezclas no aconsejadas son ínfimas, como en este caso, no pasa nada. El sistema digestivo da prioridad a la digestión que abunda más. En este caso, la fruta dulce, así la fruta no fermentará. Y si tienes un sistema digestivo delicado, basta con apartar la decoración.
La receta
Para unas 12 porciones
Para la masa
- 1 kg de dátiles Medjool
- 125 g de pasas bañadas en jugo de granada
- 125 g de pasas blancas
- 1 pizca de sal
- 1 C de jengibre en polvo
- 2 C de canela recién molida
- 1 C de piel de naranja recién rayada
Para decorar
- 1 C de leche de coco en polvo
- 1/2 kiwi
- 1/4 naranja
- 6 frambuesas
Método de preparación
- Sacar y descartar la semilla de los dátiles. Con un cuchillo grande cortar cada dátil primero verticalmente en dos mitades y luego 4 veces más longitudinalmente. En total, nos quedarán unos 8 trocitos pequeños por cada dátil. Agrupar y poner en línea unos cuantos dátiles y cortar al mismo tiempo para ir más rápido.
- Una vez se tengan todos los dátiles troceados, colocar en un bol con el resto de ingredientes para la masa y mezclar bien homogéneamente con una espátula de madera.
- Cuando ya no se pueda mezclar más con la espátula, seguir amasando con las manos hasta que todo esté bien mezclado y se obtenga una masa moldeable y densa. Para que no se pegue más de la cuenta, no está de más ponerse 1/2 cucharada sopera de aceite de coco en las manos.
- Una vez esté la masa sobre un papel de horno en la superficie de trabajo, hacer un cilindro. Después, modelar el cilindro con las manos para formar un anillo, presionar los dos extremos del cilindro el uno contra el otro hasta unirlos homogéneamente y asegurarse de que el roscón también tiene un espesor homogéneo.
- Colocar el roscón en un plato llano para servir y decorar. Empolvar con la leche de coco en polvo.
- Ahora añadir la fruta. Pelar y cortar el kiwi y la naranja en triángulos finos e ir decorando alternándolo con las frambuesas frescas.
A la hora de cortar y servir, puede ir bien poner un poco de aceite de coco en el cuchillo para que no se pegue la masa.
Cortarlo en porciones pequeñas y servir. Es un roscón delicioso, digestivo, nutritivo y muy energético. Lo bueno, mejor comérselo poco a poco, ¿verdad?
Hay a quien le gusta servir los dulces de forma más festiva, acompañados de un vinito dulce o un moscatel. Sin embargo, un té con especias sería un acompañante ideal para este roscón y una infusión de estevia nos ayudaría a regular los niveles de azúcar en sangre. Pero también lo podemos tomar tal cual, con tranquilidad y asegurándonos de que hacemos una buena masticación que favorezca la digestión, que siempre es necesario en todas las comidas.
Bon appétit!