Por eso haremos esta ensalada muy ligera y depurativa, que también aporta grasas de muy buena calidad -las del coco-, que podremos transformar casi sin esfuerzo en energía y que nos aportarán elasticidad para mantener el nivel hídrico de la piel.
Aparte de grasas saludables, la vitamina C y los carotenos tienen un papel clave a la hora de nutrir la piel y otros tejidos. La vitamina C la encontramos en frutas, sobre todo cítricas y ácidas, y en verduras. Saber dónde están los carotenos es muy fácil; sólo tenemos que buscar los alimentos vegetales de color amarillo, naranja, rojo, morado, y los vegetales verdes, incluidas algas y microalgas.
La papaya es famosa por sus propiedades antibacterianas y por qué favorece la digestión
Es por ello que, en nuestra ensalada, no deben faltar zanahorias, remolachas, lombarda, pimientos amarillos y rojos, tomates … De todas formas, si algún día queremos variar la ensalada, añadir frutas ácidas o dulces es una muy buena idea. Por ello, en la ensalada de hoy pondremos papaya, una superfruta muy beneficiosa para la salud llena de nutrientes imprescindibles para la piel.
La papaya es famosa por sus propiedades antibacterianas y porque favorece la digestión. El color naranja de la pulpa nos indica que tiene carotenoides, con efecto antienvejecimiento, que nos ayudarán a proteger la salud de la piel y la vista, especialmente si los combinamos con vitamina C y E.
Muy conocida por sus propiedades terapéuticas, nos ayuda a digerir, ya que contiene las enzimas naturales papaína y quimopapaína, que favorecen la digestión especialmente de las proteínas y, junto con la fibra que tiene, ayudan a limpiar el colon, un buen preventivo contra el cáncer intestinal y un buen regulador de la tensión arterial y los niveles de colesterol en sangre.
También es un alimento antimicrobiano, eficaz en infecciones por salmonella, E. coli y estafilococos, tiene efectos antiparasitarios y es beneficiosa para mantener la salud hepática.
De la papaya no sólo aprovechamos la fibra, sino también las semillas, ricas en ácidos grasos esenciales. Se pueden lavar y deshidratar y utilizar en lugar de la pimienta, o comerlas frescas.
La receta
- 1 buen manojo de hoja verde tierna al gusto (lechugas variadas, espinacas, rúcula, berros …)
- 2 C de mayonesa alcalinizante
- 1 c de alga espirulina en escama o en polvo
- 1/2 coco, la pulpa
- 1 pizca de sal del Himalaya
- 1/2 papaya
- el zumo de medio limón
- 2 C de semillas de calabaza, activados
- 5 nueces, troceadas con las manos
- 1 C de trigo sarraceno, germinado y deshidratado
- 1 C de aceite de oliva virgen extra
- 1 pizca de pimienta molida
Método de preparación
- Servir las hojas lavadas en un bol y mezclar.
- Poner el coco cortado en trozos grandes en un procesador de cocina y procesar hasta obtener una textura cremosa pero granulada que recuerde al cuscús. Reservar.
- Con un vaciador de verduras, hacer bolitas de la pulpa de la media papaya. También se puede pelar, descartar las semillas y cortar a dados pequeños. Añadir el zumo de limón y reservar.
- En un tazón pequeño, poner la mayonesa alcalinizante y el alga espirulina y mezclar enérgicamente con la ayuda de una cucharilla. Reservar.
- Servir el cuscús de coco encima de las hojas y decorar con la papaya, las semillas, la mayonesa de espirulina, los frutos secos y la pimienta negra molida.
- Aderezar con un buen chorro de aceite de oliva.
Bon appétit!
