Agosto, para muchos el mes del descanso, del relax y del tiempo, tiempo para disfrutar de hacer cosas que nos gustan y que quizás no hacemos porque vamos siempre con prisas todo el año. A mí me pasa: en verano y los fines de semana, preparo algunos platos que en el día a día no hago. Uno de los que siempre me ha gustado hacer es la fruta de hueso asada a la plancha. Y os preguntareis: “¿Por qué asarla, cuando está riquísima en plena temporada y podemos comerla al natural?”. La respuesta es: “¿Y por qué no? ¿Por qué no variar y probar alternativas? ¿Por qué no disfrutar de un ratito en la cocina creando?”. Lo que propongo es un juego de texturas, sabores y beneficios para nuestra flora.
Este desayuno se compone de:
- Frutas de hueso, como melocotones, albaricoques, nectarinas…: todas ricas en betacarotenos, sustancias antioxidantes que en verano nos ayudan a contrarrestar los efectos de la exposición al sol.
- Almendra: en granillo, que nos aporta ácidos grasos. Le daremos carácter y sabor con especias y textura crocante. He utilizado sólo cúrcuma pero con un poco de canela ¡también sumaréis sabor y beneficios!
- Crema de arroz: normalmente se usa para cocinar platos salados, pero se puede transformar en una salsa probiótica para acompañar esta fruta.
- La salsa probiótica hay que prepararla antes, pero también se puede hacer la fruta con el granillo de almendra y tomarlo con yogur, lácteo o de coco.
La receta
- 1 melocotón
- 1 albaricoque
- 1 cucharada de azúcar de coco
- 2 cucharadas de aceite de coco (es opcional; se puede utilizar otro aceite vegetal)
- 100 ml de crema de arroz parar cocinar
- 2-3 cucharadas de leche vegetal
- 1 cucharadita de polvos probióticos
- 50 g de almendra en granillo
- 1 cucharadita (de café) de cúrcuma en polvo
- Para preparar la crema probiótica: poner en un cazo la crema con la leche vegetal y calentar sólo hasta entibiar. Retirar y añadir los probióticos (hay que asegurarse de que el líquido está tibio y no caliente). Remover y poner en un recipiente de cristal, envolver en un trapo de cocina y dejar toda la noche. Mantener en la nevera.
- Mezclar el granillo de almendra con la cúrcuma y un poco del azúcar de coco. Tostar en la sartén removiendo cada tanto hasta que coja color dorado. Retirar y dejar enfriar.
- Cortar las frutas por la mitad y retirar los huesos. Pincelar con aceite de coco la superficie plana y esparcir por encima un poco de azúcar de coco; marcar a la plancha.
- Servir la fruta en platos o boles, verter un poco de la crema de arroz y esparcir una cucharada del granillo de almendra (el resto, conservar en frasco de cristal). Se puede acompañar con una infusión de hibisco.
¡Feliz fin de verano, familia!