Este desayuno del mes va dedicado a las personas que no desayunan –porque no tienen hambre a primera hora–, a las que desayunan más tarde –quizás después de entrenar o de hacer algún tipo de actividad física– y a las que prefieren dormir algún minuto más y llevarse el desayuno para luego. Por eso va… ¡de barritas! Prácticas y apetecibles.
Hay muchísimas ofertas de barritas en el mercado –de todo tipo–, pero la gran mayoría tienen azúcar o algún tipo de edulcorante y/o ingredientes que suben el azúcar en sangre. ¡Estas que os presento no contienen nada de todo esto y están realmente buenas!
La base es el coco: tanto la harina como el aceite. Como ya he comentado en otras ocasiones, el aceite de coco es un ácido graso de cadena media cuya grasa el cuerpo utiliza como energía de rápida disponibilidad.
Hace no mucho, se publicó un artículo en el cual la profesora Karin Mitchels de la Universidad de Harvard ponía en tela de juicio al aceite de coco, y lo tildaba de “puro veneno”, con lo que creó una oleada de incertidumbre y dudas acerca de lo que tantas veces hemos dicho que era tan bueno. Lo cierto es que, a raíz de ello, han salido diferentes profesionales del sector a ratificar lo que se venía diciendo: hay muchísimos estudios al respecto que confirman los beneficios del aceite de coco para la salud. Sin ir más lejos, nuestro nutricionista de referencia en Soycomocomo, Marc Vergés, lo dijo alto y claro en el Cómo Como Festival: seguimos defendiendo el consumo de aceite de coco virgen extra.
Siguiendo con mi elección de ingredientes, para endulzar he tenido en cuenta que la harina de coco ya tiene un punto dulzón, por lo que bastan unas gotas de un edulcorante como la estevia para hacerlo lo suficientemente dulce al paladar. Sin embargo, las cantidades son orientativas; si ya lleváis un tiempo bajando el umbral de dulzor, unas pocas gotas bastarán; pero si todavía echáis de menos el sabor más dulce, tendréis que añadir algunas más. Mi recomendación es comprar estevia líquida en una tienda o herbolario de confianza para asegurarse de que no ha sido manipulada y que no contenga ningún aditivo. Lo importante es que sea 100% glucósidos de esteviol con alto porcentaje de rebaudiósidos. Estos nombres tan raros son sus principios activos, o sea, su poder edulcorante natural.
Por último, les daremos un sencillo baño de chocolate. La cuestión es qué tipo de chocolate utilizaremos, con qué porcentaje de cacao… A mayor porcentaje de cacao, menos gramos de azúcar (muchos llevan azúcar de coco o, cuando menos, de caña integral). Si se desea sin siquiera un gramo de azúcar de ningún tipo, se puede hacer una mezcla con cacao en polvo sin azúcar y aceite de coco, hasta conseguir una mezcla fluida, pero espesa, para hacer el baño. También se pueden añadir unas gotas de estevia al gusto; de esta manera será 100% apta para personas diabéticas o que estén controlando sus niveles de glucosa en sangre.
Para un plus aromático de sabor he utilizado –mi amado– aceite esencial de limón; aunque con aceite esencial de naranja también queda delicioso. Sin embargo, no es imprescindible: se pueden hacer las barritas básicas y estarán igual de ricas.
¡Espero que os gusten, familia!
La receta
Para unas 10 unidades
- 320 ml de leche de coco enlatada*
- 200 g de harina de coco (son aproximadamente unas 2 tazas medidoras)
- 4 cucharadas de aceite de coco
- 10 gotas de estevia líquida
- 6 gotas de aceite esencial de limón o de naranja (opcional)
- 250-300 g de chocolate (con el máximo porcentaje de cacao)
*La leche de coco enlatada conserva la parte grasa del coco, que es lo que interesa. Por ello no sirve una leche de coco de brick: es muy líquida y tiene bajo porcentaje graso. ¡Hay que asegurarse de que no lleve ningún aditivo!
Poner la lata de leche de coco en la nevera hasta el momento de utilizarla. Entonces, abrir con cuidado, sin agitar, y sacar toda la parte sólida con cuidado. Reservar el resto de líquido.
- Poner la harina de coco en el vaso de una máquina para triturar y añadir el aceite, la estevia, el aceite esencial de limón (si se usa), la crema de coco y unas cucharadas de la parte líquida de leche de coco reservada; triturar todo el conjunto hasta obtener una masa compacta y lisa.
- Verter en un molde rectangular de unos 30 cm x 10 cm, aplanar bien y llevar al congelador un rato.
- Retirar el molde del congelador y cortar barritas de unos 3 cm.
- Romper el chocolate a trozos y fundir al baño maría. Verter en una fuente rectangular y pasar las barritas una por una por el chocolate fundido cubriéndolas por todas las caras.
Nota: Antes de que el chocolate se ponga duro, es el momento de añadir algún topping como frutos rojos liofilizados, polvo de matcha, escamas de coco, nibs de cacao…