Para hidratarnos correctamente es conveniente consumir sopas reconstituyentes y bebidas alcalinizantes: las sopas, cremas y batidos, además de representar verdadera hidratación, aportan nutrición y bienestar.
Otra forma efectiva de hidratarnos es aumentar además el consumo de verduras verdes. Hoy os traigo una sopa fría de melón, puerro, manzana y eneldo que, además de muy refrescante, os gratificará emocionalmente. El melón es una de las frutas más hidratantes, con un 92% de agua y con muy pocas calorías; sólo aporta 25 calorías por cada 100 gramos, lo que la hace una de las frutas más interesantes nutricionalmente. Ya en la antigua Grecia lo dio a conocer Alejandro Magno en el siglo IV a.C. El termino griego melón significa “manzana grande”. En el antiguo Egipto se han encontrado representaciones de este fruto en tumbas egipcias del 2.400 a.C. Fue considerado la obra maestra de Apolo y ensalzado por ser tan beneficioso como el sol.
Además, el melón es una de las frutas más cultivadas en España: ¡Hay nada menos que 42.000 hectáreas dedicadas a este cultivo! Los aportes de minerales como potasio, magnesio y calcio son elevados, por lo que es aconsejable para todo tipo de personas. El melón también reduce la hipertensión arterial y mejora la retención de líquidos. En esta receta aporta una textura realmente refrescante y un punto dulce para compensar el toque picante del puerro, que, con un poco de eneldo, le da un sabor dulzón, fresco y anisado, único y que ninguna otra planta aromática puede proporcionar. Del eneldo se utilizan las hojas, las flores y las semillas, como condimento culinario y para hacer infusiones, especialmente para tratar problemas como la acidez gástrica o las digestiones pesadas; también es diurético, además de ser un buen galactogogo y aumentar la producción de leche materna.
El puerro, al igual que el ajo y la cebolla, es un alimento bien conocido por los faraones. Todos son ricos en componentes sulfurosos, especialmente alicina, con propiedades antibacterianas, circulatorias y diuréticas, lo que hace que sea un antibiótico natural y ayude a mejorar las condiciones del intestino cuando se consume regularmente. Además, su riqueza en selenio fortalece las defensas. Crudo, como en esta receta, se aprovechan al cien por cien sus aceites esenciales ricos en azufre. Y un último consejo: ¡No tiréis la parte verde del puerro! Se puede añadir bien limpia y es una buena práctica que ayuda a conseguir caldos más sabrosos, o cortada en juliana permite tener unos “pelillos” para hacer un delicioso crujiente de puerro.
La receta
Ingredientes
- 2 puerros medianos (sólo la parte blanca)
- 1 manzana Golden sin piel ni semillas
- 2 rodajas de melón
- 1 c.s. de aceite de coco
- 1 ramita de eneldo fresco
- 2 vasos de caldo de verduras
- 1 yogurt de oveja (aporta más cremosidad, pero podéis prescindir de él)
Preparación
Mezclar en la batidora todos los ingredientes troceados y batir hasta obtener una textura bien fina; enfriar unas horas en la nevera. Volver a mezclar bien con una cuchara antes de servir y añadir un poco de eneldo fresco.
Que lo disfrutéis,
¡Mucha salud!