Más vale prevenir que curar. Con esta máxima nació en India, hace 5000 años, la medicina ayurvédica, uno de los sistemas de salud y curación más antiguos del mundo, que pone más atención a las energías del organismo y su funcionamiento que a las estructuras que las contienen.

Nos saludamos con un cordial namasté y empezamos una larga e interesante conversación con el doctor Sudhakar Powar, médico reconocido ayurvédico que visita Barcelona. Nos explica la importancia de tomar conciencia de uno mismo, tanto por dentro como por afuera, porque todos somos únicos y todos somos uno.

Sudhakar Powar

¿Qué es la salud?

Los tres doshas

El cosmos está gobernado por tres energías principales -doshas-, formadas por los 5 elementos. El ser humano está compuesto por aquestos cinco elementos y, según la proporción de estos elementos adentro nuestro, podemos distinguir tres constituciones básicas:

  • Vata (eter y aire): responsable del movimiento, es una energía irregular. Las personas con predominio de vata suelen ser delgadas, tener la piel seca, ser frioleras y tener un sueño ligero. Son creativas y atraen los cambios, por eso pueden ser volátiles e inestables emocionalmente.
  • Pitta (fuego y agua): responsable de la transformación, es una energía intensa. Las personas con predominio pitta suelen tener una constitución mediana, la piel sensible y ser calurosas. Son organizadas y les atrae la eficiencia, pero tienen tendencia a la irritabilidad, a la exigencia y a querer mandar.
  • Kapha (tierra y agua): responsable del crecimiento, es una energía persistente. Las personas con predominio de kapha, suelen tener una constitución fuerte y corpulenta, la piel grasa, el sueño pesado y no toleran bien los climas húmedos. Son estables y familiares y les atrae la seguridad; tienen una buena memoria a largo plazo, pero tienen tendencia a aferrarse a las cosas materiales y a las personas, y por lo tanto no les agradan los cambios.

Desde el punto de vista del ayurveda, el concepto de salud es mucho más amplio, ya que antes de hablar de salud, tenemos que entender cuál es la naturaleza del ser humano, que está formado por tres componentes: el cuerpo, la mente y los sentidos, y el espíritu. El espíritu tiene que estar en conexión con el cuerpo para poder experimentar los efectos del karma. Por lo tanto, la salud es el equilibrio y la armonía de estos tres elementos.

Y la medicina ayurvédica trata estos tres elementos en cada persona.

Este es el concepto holístico, sí. La medicina occidental mide el dolor y las disfunciones físicas, pero una vez detectadas y tratadas, es posible que la persona siga sufriendo; y esto pasa porque solo se ha analizado el cuerpo, pero no la energía. El alma nos puede traer sufrimiento espiritual.

Entonces, ¿qué es la enfermedad?

La enfermedad es el desequilibrio. Cualquier cosa que nos provoque un disturbio en el equilibrio puede causar una enfermedad. El ayurveda considera que todos los seres estamos formados por tres energías básicas o doshas (vata, pitta y kapha) que son las que reinan en el universo y que están controladas por los cinco elementos: el éter, el aire, el fuego, el agua y la tierra. Todos estamos compuestos por estos cinco elementos, pero lo que nos hace únicos y nos diferencia los unos de los otros es la proporción de estos elementos dentro de nosotros. Para estar sanos, tenemos que determinar cuál es nuestra composición y nuestra energía predominante, que nos viene dada desde el nacimiento, y mantenerla en equilibrio.

El concepto de tridosha…

Sí. Necesitamos las tres energías o doshas para poder vivir en equilibrio y salud. Si las tres energías están trabajando correctamente, estaremos armonizados; sin embargo, si hay un exceso o un defecto de alguna, aparece el desequilibrio y, por consiguiente, la enfermedad.

¿Podríamos decir que las personas no somos víctimas de las enfermedades que sufrimos, sino que somos responsables de ellas?

Exacto. No se trata de reparar los excesos o los déficits y tratar las enfermedades una vez que ya han aparecido, sino de evitar enfermar, manteniendo el equilibrio energético. No obstante, tenemos que tener mucho conocimiento sobre nosotros mismos para lograr eso.

¿Qué es lo que nos desequilibra?

El exceso o la falta de actividad, los efectos medioambientales, los cambios estacionales y de temperatura o seguir un estilo de vida en desacuerdo con nuestra constitución o prakruti. Aquí podríamos hablar de alimentación, del sueño o de cualquier otro hábito.

¿Cómo podemos saber nuestra constitución y lo que tenemos que mantener en equilibrio?

Las energías o los doshas se manifiestan a través de características físicas (complexión, tipos de piel, de cabello…), mentales (cómo elaboramos el pensamiento) y emocionales (qué sentimos y cómo reaccionamos), que nos permiten determinar qué energía predomina en nosotros y en qué proporción.

Sudhakar Powar y Marta Acosta

¿Qué pasa si no seguimos un estilo de vida adecuado según nuestra constitución?

Que entramos en desequilibrio. Por ejemplo, si una persona es ‘’predominantemente’’ kapha –la energía que viene controlada por el agua y la tierra– y sigue una dieta rica en alimentos de agua, como los lácteos, acabará teniendo un exceso de agua y eso la hará entrar en equilibrio. La acumulación y el déficit son los primeros pasos hacia el desequilibrio. Así pues, el reto que tenemos es aprender a escuchar lo que nos pide el cuerpo. Por ejemplo, si tenemos un exceso de pitta – la energía gobernada por el fuego–, tendremos calor y sed, nos sentiremos irascibles y rabiosos y el cuerpo nos pedirá que aumentemos el nivel de aire o de agua para rebajar el fuego. Es el momento de tomar alimentos fríos y ligeros, de ingerir mucha agua y de eliminar los picantes. Tenemos que aprender a interpretar las necesidades del cuerpo e ir de acuerdo con la naturaleza: todos somos uno. Por ejemplo, de la misma manera que durante el invierno la montaña retiene nieve, nuestro cuerpo también hace un proceso de acumulación y retención; cuando llega la primavera, empezamos a soltar energía y nos cansamos, tenemos alergias, etc.

“Debemos comer según la constitución, el estado actual de salud y del entorno”

Es decir, que antes de que aparezca la enfermedad, el cuerpo nos avisa. El problema es que no solemos hacerle caso…

Sí, porque hemos perdido este hábito; no estamos conectados con nuestra naturaleza. Estamos demasiado acostumbrados a mirar hacia el exterior en vez de mirar hacia el interior. El objetivo del ayurveda es hacer que la persona sea libre e independiente. Tenemos que ser capaces de mantener la salud por nosotro mismos y evitar la enfermedad. Tenemos que pensar: ‘’¿Cómo soy? ¿Cómo me tengo que organizar el día?’’. Las rutinas que cogemos serán las que nos mantendrán en equilibrio o en desequilibrio. También tenemos que aprender a desintoxicarnos, porque antes de curar, hay que desintoxicar.

¿Cómo? ¿Con enemas y diuréticos?

Sí, con sopas e infusiones de hierbas que nos purgarán y nos desintoxicarán, por ejemplo. Cuando estamos estresados, tenemos las vías obstruidas y nos llenamos de toxinas, por lo que estos líquidos nos ayudarán a limpiar y a desatascar. Piensa que hoy en día estamos sobreestimulados y llevamos un estilo de vida que nos provoca agitación: es entonces cuando nos congestionamos. Por eso es básico tomar conciencia corporal.

El ayurveda tiene muy en cuenta los masajes durante el proceso de desintoxicación, ¿no?

No durante la desintoxicación, sino después, una vez purificados. Primero nos tenemos que purificar, después ya modificaremos lo que sea necesario. El masaje ayurvédico equilibra la energía, normaliza el equilibrio natural del cuerpo, reduce la agitación y expande las vías. El masaje revitaliza, drena y rejuvenece, porque mejora la calidad de la piel. Todo el mundo debería hacerse estos masajes de manera regular, porque si no limpiamos y eliminamos las toxinas, este exceso nos provocará una obstrucción. De aquí nacen los cánceres, por ejemplo. Por otro lado, si la nutrición es buena, todo el cuerpo estará satisfecho. ¡Tenemos que aprender a no dejarnos engañar por los caprichos del destino! Si estamos intoxicados y tenemos los canales obstruidos, el cuerpo detectará que no estamos bien nutridos y es posible que el cerebro nos pida dulces, porque el dulce es el sabor que más satisface y que, aparentemente, puede parecer más nutritivo. No obstante, un exceso de dulces provoca obesidad y, por lo tanto, desequilibrio y enfermedad.

Consulta Sudhakar Powar

Hablemos de hábitos como el sueño y la alimentación. No todo el mundo tiene que dormir las mismas horas de la misma manera, ¿no?

No. Una vez nos hemos purificado, el cuerpo nos pide seguir unas pautas determinadas. Las personas con un predominio de kapha necesitan descansar más –entre ocho y nueve horas –, si no se sienten cansadas; las personas con predominio pitta, entre seis y ocho; y las personas con predominio vata, entre seis y siete. Los vata tienen tendencia a tener un sueño muy ligero, por ejemplo, pero si tenemos un exceso de aire, de vata, tendremos que dormir más, porque el sueño reduce el vata.

Además, también tenemos que tener en cuenta que el concepto de armonía va ligado al respeto del ritmo de la naturaleza. Por ejemplo, nuestro metabolismo es diferente durante el día que durante la noche. Durante el día, el metabolismo es solar, y durante la noche, es lunar. Durante el día, nuestro fuego, el sol, predomina. El metabolismo es más transformador; por eso, lo que comemos durante el día está metabolizado de manera eficiente, porque el fuego digestivo funciona correctamente. En el ciclo lunar, en cambio, predomina el agua, la cohesión, la retención. Si comemos por la noche, los alimentos serán más nutritivos, porque tendremos tendencia a retenerlos. Las horas de sueño se tienen que respetar porque el sueño es otra fuente de nutrición para el cuerpo.

¿Tenemos que ingerir unos u otros alimentos según nuestra constitución?

Según la constitución, el estado actual de salud y del entorno.

¿Hay alimentos buenos y alimentos malos?

(Se ríe). En el ayurveda no hay ninguna lista negra. Todo se puede utilizar, siempre que se necesite. Por eso el conocimiento de uno mismo es indispensable, porque lo que puede ser bueno para un vata puede ser perjudicial para un kapha y viceversa. No tenemos que valorar los alimentos como buenos o malos por sí solos, sino que tenemos que valorar las cualidades nutritivas y los efectos que generan en cada ser. Por ejemplo, si alguien sufre alergias o sinusitis, un médico ayurvédico le retirará los alimentos kapha, porque estas son patologías kapha, y los tenemos que reducir; en cambio, tenemos que potenciar los alimentos antikapha.

 

 

Marta Costa
Marta Costa

Periodista y posgrado en Comunicación Alimentaria.

  @marta_coor