La flora intestinal o microbiota está en boca de muchos. Hasta hace bastante poco, nadie pensaba en alimentar o cuidar su flora bacteriana o en mantener en equilibrio su microbiota –el conjunto de microorganismos vivos que podemos localizar en el tubo digestivo. Pero, por suerte, en los últimos años, la palabra probiótico ha ganado popularidad gracias a la cantidad de beneficios y bondades que se le han atribuido.
Cuando nacemos, nuestro intestino es estéril. Por eso, el parto resulta un momento clave que afectará a nuestro futuro, ya que es cuando adquiriremos la mayor parte de la colonización microbiana a través del contacto con la madre y del entorno donde nazcamos, lo que condiciona nuestra microbiota del futuro. Por suerte, podemos ayudar a mejorarla o mantenerla en buen estado gracias a la alimentación, al control del estrés, y al uso de probióticos, entre otras cosas.
¿Qué son los probióticos?
La salud es la máxima a la que casi toda la población aspira. Pero no hay salud si la flora intestinal no está en buen estado, ya que una mala condición puede provocar alergias, problemas intestinales, enfermedades autoinmunes… Por eso, el uso de probióticos puede ser muy efectivo.
Los probióticos son, básicamente, microorganismos vivos que ayudan a mejorar el desarrollo del microbiota intestinal y los beneficios que ello conlleva.
¿En qué modo nos ayudan los probióticos?
Los probióticos tienen múltiples beneficios, como, por ejemplo:
- Ayudan a fortalecer –si es necesario– y a estabilizar la flora bacteriana existente.
- Ayudan a reforzar e incrementar las defensas.
- Ayudan a absorber vitaminas y minerales.
- Ayudan a mejorar y a regular trastornos digestivos (diarrea, estreñimiento, malas digestiones…).
¿Qué alimentos contienen probióticos?
Existe una gama bastante amplia de alimentos con probióticos de los que hasta hace relativamente poco apenas teníamos conocimiento. Por suerte, cada vez la gente se preocupa más por mantener un estilo de vida y alimentación saludable y va adquiriendo consciencia de la importancia de consumir ciertos alimentos. Es importante que estos sean naturales para que conserven sus beneficios. Entre los probióticos más habituales encontramos:
Kéfir de leche (leche fermentada), yogur, queso crudo, kéfir de agua (bebida un poco gaseosa a la que suelen añadir diferentes aromas), kombucha (té fermentado), miso (pasta hecha a base de soja fermentada), chucrut (col fermentada típica de países del norte de Europa), kimchi (col fermentada picante típica de corea), tempeh (soja fermentada), kvass (bebida tradicional del este de Europa), natto (otra forma de soja fermentada) y encurtidos en general. Aunque también se pueden encontrar en forma de suplementos alimenticios, con cepas diferentes, según la marca.
El primer zumo de naranja con probióticos
Pero, además de todos los mencionados anteriormente, ahora también podemos encontrar un zumo con probióticos. Via Nature ha lanzado al mercado el primer zumo de naranja con probióticos. Este zumo es de naranja exprimida (por lo que mantiene la fibra, necesaria para ralentizar la absorción de la glucosa en sangre), extracto de diente de león (una planta medicinal antiinflamatoria, hepatoprotectora, diurética y que ayuda al bienestar digestivo) y fermentos vivos: Bacillus coagulans (una bacteria avalada por estudios clínicos con beneficios demostrados que ayuda a aumentar la población bacteriana y, en consecuencia, el bienestar intestinal y el sistema inmunitario).
He aquí una buena forma de que bacterias beneficiosas formen parte de la dieta y de aprovecharse de sus beneficios.
Además de este zumo, la gama incluye otra serie de bebidas sin azúcares añadidos, –solo contienen los azúcares naturales de la fruta–, conservantes, gluten ni lácteos con propiedades distintas perfectos para diferentes necesidades y momentos del día: Light, a base de sandía, piña y aloe, ideal para refrescarse y mantener a raya la ingesta calórica; Energía, con mango, maracuyá y ginseng, que contribuye a mejorar el rendimiento físico y mental; Antiox, hecho con granada, manzana y arándano rojo, para tener una buena dosis de antioxidantes, y Detox, que contiene kale, piña, manzana y pera, una bebida rica en calcio y potasio para sentirse limpio por dentro y por fuera.