Uno de los errores más comunes cuando llega el frío es centrar todos los esfuerzos en combatir las enfermedades, una vez que ya se han declarado. En un contexto como el actual, más que nunca, es hora de cambiar el enfoque y dar un paso adelante: es hora de pensar en fortalecer nuestras propias defensas –nuestro terreno– y así minimizar las infecciones oportunistas.
Existen una serie de hábitos simples y efectivos para mantener las defensas altas y también podemos darnos impulso con algunas ayudas que, sin duda, marcarán la diferencia a la hora de hacer frente a las temperaturas más frías.
Hábitos y alimentos que no fallan
Tomar el sol (la mejor forma de sintetizar vitamina D), tener contacto con la naturaleza, dormir bien, hacer ejercicio físico, alimentarse con alimentos naturales y saludables, rodearse de afecto… son aspectos de la vida cotidiana que han demostrado impactar positivamente en el sistema inmunitario. Al contrario, la falta de descanso, demasiado estrés, el sedentarismo y una alimentación basada en productos procesados debilitan sensiblemente la capacidad para mantener la salud.
Algunos alimentos de la despensa son especialmente interesantes para este objetivo. Entre ellos está el ajo, que tiene la capacidad de aumentar las defensas y también es un antiséptico muy potente. También tenemos el shiitake, una variedad de seta con capacidad para tonificar el sistema inmunitario. Ambos muy fáciles de incorporar en la cocina.
Los fermentados (como kéfir, aceitunas, verduras encurtidas o incluso una bebida tan refrescante como la kombucha), por su parte, favorecen el equilibrio de la microbiota en favor de las bacterias beneficiosas y ayudan a mantener a raya a los patógenos.
Son muy importantes también los alimentos ricos en vitamina C y provitamina A (el betacaroteno es la más eficiente de estas provitaminas para transformarse en vitamina A). Los primeros son inmunoestimuladores e intervienen en la formación de anticuerpos y en la síntesis de interferón. Los segundos protegen las mucosas de los microorganismos invasores. Pimientos, perejil, zanahorias, espinacas, crucíferas o cítricos, entre otros, deberían formar parte del menú diario en esta época.
Cambiar las harinas refinadas por cereales integrales (avena, quinua, trigo sarraceno, espelta) y semillas (chía, lino o sésamo), todos altamente nutritivos, también contribuyen a mantener un sistema inmunitario eficiente.
Suplementos naturales para dar un paso más
Los suplementos, si acompañan unos hábitos y una alimentación correctos, son una herramienta muy potente para conseguir buenos resultados en términos de defensas. Nos dan la posibilidad de obtener nutrientes y principios activos que muchas veces son difíciles de ingerir en las cantidades necesarias a través de la dieta, aún más en el caso de los más pequeños de la familia.
Entre los ingredientes más efectivos encontramos, por un lado, el propóleos, que es un producto de las abejas que actúa como antibiótico natural y que tiene una afinidad especial por las vías respiratorias altas; y, por otro lado, la equinácea, una planta medicinal (la planta inmunoestimulante por excelencia) que estimula la formación de glóbulos blancos con propiedades antivíricas y antibacterianas. Otras plantas terapéuticas relevantes son el tomillo, el llantén, la drosera…
Santiveri, empresa pionera en alimentación saludable y complementación natural, propone para este otoño una serie de formulaciones pensadas especialmente para fortalecer las defensas y hacer frente a los problemas derivados del frío.
Entre ellos, Propolflor Forte reúne en un jarabe los beneficios del propóleos, la equinácea y un conjunto de plantas con efectos específicos sobre el sistema respiratorio: tomillo, drosera, pino, llantén y eucalipto. Para los más pequeños, Santiveri propone la versión adaptada Propolflor Kids.
Santiveri también presenta otro jarabe, igualmente con una opción para niños, Equinaflor Forte y Equinaflor Kids. En esta formulación encontramos la sinergia de la equinácea con el liquen de Islandia –que ayudan al sistema inmunitario a funcionar de forma correcta a la vez que calman y protegen las vías respiratorias– y el saúco, potente antiséptico y antiinflamatorio y estimulador de macrófagos. Si se prefiere la presentación en cápsulas, la Equinácea con principios activos titulados de la gama Fitocultura es otra excelente opción.
También encontramos entre las opciones de Santiveri para este otoño Complex C, un complemento de vitamina C con acerola y escaramujo, con 1.000 mg de vitamina C en un solo comprimido, y Micoxan Immunflu, elaborado a partir de setas milenarias como el reishi, shiitake, maitake y Agaricus, conocidas por sus principios activos que tonifican las defensas naturalmente.
Aprovechad estos consejos y comenzad hoy mismo a reforzar el terreno y las defensas, pues esta será la manera más efectiva de alejar las enfermedades y ganar la carrera a los virus cuando llegue el frío.