aceitunas

Se recomienda la ingesta diaria de aceites prensados en frío

Evolución del feto: el bebé crece muy rápidamente. Esta semana ya mide unos doce milímetros de largo y es aproximadamente del tamaño de una cereza, y por suerte, esta cereza ya tiene un aspecto más semejante al de un humano que al de un reptil. Los labios, la nariz, los párpados, las piernas y la espalda continúan adquiriendo forma, y el corazón late a 150 pulsaciones por minuto, el doble de rápido que el corazón de un adulto. Curiosamente, estos días el bebé ya hace movimientos espontáneos -mueve el tronco y las extremidades- pero aún es demasiado pequeño para hacerse notar. ¡Habrá que esperar un poco!

Alimentación de la madre: teniendo en cuenta que ya hemos detallado la importancia de seguir una alimentación rica en hierro, proteínas y calcio, durante el embarazo las mujeres gestantes no deben olvidar una aportación de ácidos grasos esenciales, indispensables para la formación del cerebro, las membranas y la mielinización de las neuronas. La nutricionista Olga Cuevas -en El equilibrio a través de la alimentación- recomienda la ingesta diaria de aceites prensados en frío, especialmente de oliva; pescado azul o semillas de sésamo. Por su parte, Heidi Murkoff a Qué se puede esperar cuando se está esperando apuesta por el consumo de cuatro raciones de grasa cada día (de unos catorce gramos cada una), siempre que el aumento de peso de la madre sea el correcto. Aparte de los ya citados, Murkoff apuesta por la crema de leche, la nata, la mantequilla o la mahonesa. La autora de la renombrada “biblia de las embarazadas” cuenta que ácidos grasos como el omega-3 y el ADH no solo son importantes para el desarrollo del bebé sino también para la madre, ya que hacen que disminuya el riesgo de parte prematuro y de depresión posparto. Además, según Murkoff, las madres que toman suficiente cantidad de grasa durante el embarazo tienen probabilidades de tener un bebé con unos mejores hábitos de sueño. El ADH se puede obtener ingiriendo salmón, nueces, huevos (ricos en omega-3), rúcula, gambas, cangrejo e incluso pollo.

Atención: La información ofrecida en esta sección es genérica -tanto en cuanto a la evolución del feto, como la alimentación de la madre y en la complementación nutricional. Para tener un asesoramiento directo, se recomienda consultar el ginecólogo o un nutricionista especializado.