Llegamos al final del embarazo y, por fin, ¡daremos a luz a nuestro bebé imaginario de Soycomocomo!
Durante cuarenta semanas hemos ido dando algunas recomendaciones sobre la alimentación de la madre vinculadas al desarrollo del bebé y siguiendo los criterios de los expertos (para más información o consultas, recomendamos consultar al ginecólogo o facultativo).
Llegados a este punto, Yolanda Garcia, psicóloga y naturópata especialista en infancia y maternidad del IFP Sanitaria Roger de Llúria de Barcelona atiende a las preguntas de Soycomocomo para hacer balance de la sección y llegar al parto en las mejores condiciones.
Estoy embarazada. ¿Y ahora qué?
-¿Cómo se debe alimentar la madre durante las cuarenta semanas de gestación? Esta pregunta la debes oír a menudo en la consulta…
-¡Sí! ¡Y siempre los respondo el mismo! Nos debemos alimentar con criterio: una alimentación variada, equilibrada y de temporada, si es posible a partir de producto ecológico; así evitamos contaminantes.
-¿Sólo eso?
-¡Sí! Lo más importante es que la madre sea feliz y que la alimentación también le genere felicidad. Hay quien dice que se debe alimentar por dos, pero al inicio de la gestación, el bebé aún es muy pequeño. No es preciso comer mucho más. Hay que incorporar los nutrientes básicos, como las vitaminas, los minerales, las proteínas, el calcio, el hierro y algunos especiales, pero no debemos comer muy diferente. En lugar de lo que comemos hay que vigilar qué no comemos.
-Pues eso…
-Comidas procesadas, envasadas, etcétera. Todo lo que contenga contaminantes escondidos.
-¿Por qué?
-Porque estos tóxicos pasan a la sangre. La madre está formando un ser al que hay que dar la mejor calidad de nutrientes para favorecer que se desarrolle correctamente.
Gestionar los antojos
-El cuerpo de la madre cambia mucho a lo largo de los tres trimestres de embarazo. ¿La alimentación también lo debe hacer?
-No especialmente. Durante el primer trimestre la madre tiene prácticamente las mismas necesidades nutricionales. No es preciso incrementar las cantidades, si no es que el cuerpo le pide comer más. Al final del segundo trimestre seguramente lo notará, pero los nutrientes que requiere son prácticamente los mismos.
-¿Y eso que dicen que cuando la madre tiene antojo de comer manitas de cerdo es porque al niño se le forman los cartílagos? ¿Es cierto…?
-Puede haber coincidencia, pero no siempre es causa-efecto. Es verdad que durante el último trimestre hay la necesidad de comer alimentos dulces o de incrementar la cantidad de hidratos de carbono, a raíz del cansancio. Pero no es del todo cierto eso que, cuando el bebé está formando el hueso, la madre necesite alimentos que lleven calcio.
-Pero los antojos existen…
-Eso pasa porque quien regula la alimentación de una embarazada es a menudo su propio cuerpo: ejerce de guía y está bien que sea así. Sobre los antojos, hay de dos tipos y hay que diferenciarlos. Unos están relacionados con la parte más emocional, con lo que comíamos cuando éramos pequeñas o cuando estábamos dentro de la tripa de nuestra madre; un segundo grupo tiene una génesis más biológica, vinculada al momento de gestación que la madre está viviendo: por ejemplo es normal que durante el primer trimestre desee comer alimentos agrios, como aceitunas o ciertos tipo de vinagre. ¿Por qué? Pues porque son productos que ayudan a extraer los minerales de los huesos de la madre para trasladarlos al bebé. ¡Él nos pide y nuestro cuerpo responde!
-¿Sean emocionales o biológicos les debemos hacer caso siempre?
-Los antojos se deben satisfacer con criterio. Quizá en lugar de un dulce, la madre desea satisfacer su parte más emocional y con un buen masaje ya estará… Si realmente son antojos para satisfacer necesidades nutricionales deberemos revisar si lo que le hace falta que es una aportación extra de energía. Si es así quizá se debería revisar la dieta y, en cambio de dulce, incrementar los hidratos de carbono.
No puedo seguir tantas recomendaciones
-A veces la teoría es fácil pero la práctica no tanto… ¿Qué pasa si la madre se encuentra mal y no quiere comer nada?
-Que no se agobie y que haga lo que pueda, que seguro será correcto. El primer trimestre es el más complicado de gestionar y normalmente es cuando hay más alteraciones de estómago y rechazos. Que apueste por una alimentación sana y ya está. Si, además de no encontrarse bien, le añadimos una preocupación porque no come correctamente, le estamos dando una culpabilidad no necesaria.
-¿Y cuando hay hemorroides, edemas…?
-Si la madre se alimentaba y se ha alimentado correctamente durante el embarazo es extraño que tenga algún tipo de problemática relacionada con la hinchazón de piernas o las hemorroides. Si tiene, hay que actuar de la forma más natural posible y consultarlo con el especialista.
La dieta tipo
- Desayuno: Crema de cereales/pan de calidad acompañado de algo que nos guste como algún paté vegetal, por ejemplo. A media mañana y a media tarde es interesante la fruta o bien un bocadillo bueno si no hay problemas de peso. La fruta (cruda o cocida) variará según los gustos de la embarazada y la estación.
- Comida y cena: No es preciso incorporar cereal, verdura y proteína en todas las comidas. Es importante ingerir proteína (porque estamos construyendo tejidos); tener presentes las verduras y los cereales, pero no es preciso consumir los tres nutrientes en ambas comidas. Hay que tener en cuenta la proteína vegetal y las legumbres y compensar la comida con la cena.
- La cena debe ser ligera y lo más pronto posible (dos horas antes de ir a dormir). Es el momento de las sopas, las cremas y todos los alimentos fáciles de digerir, sobre todo si durante la noche la madre se levanta a menudo o sufre indigestiones.
Prepararse para el parto
-Falta poco para que nazca el bebé, ¿qué debe hacer la madre?
-Que se refuerce y que descanse. ¡Importantísimo! Siempre recomiendo que tomen menos sal y texturas crujientes para llegar al parto con los tejidos lo más distendidos posible. Todo lo que sea dulce, como las verduras de raíz y el cereal integral, ayuda a llegar más relajada al parto.
-¿Y para el posparto inmediato?
-Si el parto ha sido vaginal, inmediatamente después nos debemos rehidratar: los caldos de la abuela de toda la vida o las sopas de miso nos pueden ayudar. Si ha habido cesárea, hay que hacer lo mismo, pero más gradualmente y según lo indiquen los médicos, siempre apostando por los caldos, que son remineralizantes, nutritivos y fáciles de digerir. Más allá de la alimentación, una vez en casa, es importante que la madre descanse y que respete la cuarentena para descubrir y conocer a su bebé. ¡No hay prisa! ¡Ahora, menos que nunca!
Atención: La información ofrecida en esta sección es genérica -tanto en cuanto a la evolución del feto, como la alimentación de la madre y en la complementación nutricional. Para tener un asesoramiento directo, se recomienda consultar el ginecólogo o un nutricionista especializado.