Desarrollo del bebé: ¡Enhorabuena! Si el bebé llega a plazo has llegado ya al ecuador del embarazo y, aunque aún no está preparado para nacer, nada tiene que ver comparado con aquella minúscula mancha negra de la primera ecografía. Por estas fechas ya tiene el tamaño de un melón: mide unos 16 centímetros y pesa unos 300 gramos (de la cabeza al cóccix) y –si se quiere saber– este mes ya se define perfectamente su sexo.
Como cuenta Heidi Murkoff en Qué se puede esperar cuando se está esperando, si es niña, su útero está completamente formado, los ovarios contienen unos siete millones de óvulos primitivos y el canal vaginal se empieza a definir. Si es niño, los testículos habrán empezado a bajar desde el abdomen y, al cabo de unos meses, estarán en el escroto, la bolsa que cubre y aloja los testículos. Por suerte, el bebé aún es bastante pequeño para moverse con libertad, dar patadas, girarse y hacer volteretas. Si aún no has notado todas estas acrobacias, seguro que durante los próximos días las notarás.
Alimentación de la madre: A medida que el embarazo avanza y la tripa crece, es del todo normal que la madre sienta hinchazón en algunas partes del cuerpo, sobre todo los tobillos, las muñecas, los pies o los dedos de las manos. El llamado edema es el resultado de la retención de líquidos necesaria durante la gestación y desaparece después del parto. Para rebajarlo y aunque parezca contradictorio, no es preciso eliminar la sal de la dieta, sino al contrario: es recomendable consumir de forma moderada porque nos ayudará a controlar estos edemas incómodos y porque, como cuenta Olga Cuevas en El equilibrio a través de la alimentación, “los riñones de las embarazadas pierden más sodio, y la sal nos ayuda a controlarlo”.
Si somos de dulce y no de salado, hay que apostar por productos contractivos e incrementar los azúcares de asimilación lenta, como pasas, orejones, castañas, compotas de manzana y pera o fruta al horno. Cuevas desaconseja del todo los alimentos con edulcorantes artificiales como la sacarina o el aspartamo (chicles sin azúcar y otras golosinas) o cualquier sustancia química utilizada como aditivo; y, ojo, que pueden ser nocivos para el feto.
Una buena alternativa a la “necesidad de comer dulces” es incluir en la dieta bastantes hidratos de carbono de “índice glucémico bajo como los macarrones, los espaguetis, los arroces o las legumbres”.
Recomendaciones para evitar hinchazón de piernas y pies:
- Evitar estar mucho ratos de pie o sentada.
- Intentar elevar un poco las piernas cuando se está sentada.
- Dormir de lado, así los riñones trabajan a pleno rendimiento, se mejora la eliminación de toxinas y se reducen los edemas.
- Llevar ropa cómoda.
- Moverse lo máximo posible y mantener una rutina de ejercicio físico.
- Beber agua; entre ocho y diez vasos al día ayudarán a expulsar toxinas.
Atención: La información ofrecida en esta sección es genérica -tanto en cuanto a la evolución del feto, como la alimentación de la madre y en la complementación nutricional. Para tener un asesoramiento directo, se recomienda consultar el ginecólogo o un nutricionista especializado.